UGT pide a Homs que investigue si las mutuas hacen doble facturación

El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, pidió ayer al consejero de Economía, Francesc Homs, que 'extienda las investigaciones sobre posible doble facturación a todas las mutuas de Cataluña, y no sólo a L'Aliança'. Álvarez asegura tener 'indicios' de que la doble facturación es 'un hecho generalizado'. Sanidad eludió pronunciarse sobre la denuncia de este sindicato que, como CC OO y la oposición de izquierdas, reclamó ayer 'transparencia' en las pesquisas sobre las irregularidades en L'Aliança.

El sindicato Comisiones Obreras, que, al igual que UGT, tiene presencia en el Consejo de Administración de L'Aliança, afirma que la Generalitat ha informado de que la inspección extraordinaria abierta a esta mutua de previsión social, la mayor de Cataluña, se alargará durante dos meses.

La inspección ha coincidido con la baja de Antoni Roca como gerente del hospital del Sagrat Cor, el principal centro sanitario de L'Aliança, en cuyas cuentas el Departamento de Sanidad ha encontrado indicios de doble facturación. Ésta consistiría en facturar a la Seguridad Social la asistencia prestada a mutualistas de la entidad a la que tenían derecho por la cuota que pagan. Roca mantiene que su salida es 'totalmente voluntaria', en una decisión tomada previamente a la investigación de la Generalitat.

La crisis de L'Aliança, que está obligando al Departamento de Economía a hacer equilibrios entre el control de las cuentas y los intentos de evitar una fuga de mutualistas, ha empezado ya a levantar polvareda política. La consejera de Sanidad en la sombra, la socialista Carme Figueres, criticó ayer que 'la Generalitat tenga mutuas amigas y otras que no lo son', en referencia a la Mutua de Terrassa, que pugnó con el apoyo del Gobierno catalán por el Hospital General de Cataluña. Figueres añadió: 'No se puede estar siempre abriendo y cerrando investigaciones sin aportar resultados claros'.

Iniciativa per Catalunya- Verds ha pedido la comparecencia en el Parlament tanto de Homs como del consejero de Sanidad, Eduard Rius, para que den explicaciones sobre las anomalías en la facturación de la mutua dirigida por Ramón Carranza. Por su parte, Josep Maria Álvarez amplió la sombra de las sospechas que envuelven la gestión de L'Aliança -de la que es socio de honor- al resto de mutualidades. Álvarez habló con Homs para pedirle que 'actúe igual con unas mutuas y con otras'.

Un portavoz del Departamento de Economía subrayó que éste sólo puede intervenir, como lo ha hecho en el caso de L'Aliança, a instancias de Sanidad, y que éste no le ha notificado la existencia de posibles irregularidades en otras entidades. Sanidad mantiene un absoluto silencio al respecto.

Al margen de L'Aliança, la única mutua que tiene hospital es Mutua de Terrassa. Socios de esta última señalaron a este periódico que 'por lo menos en las décadas de 1980 y 1990' se les había pedido con naturalidad el número de la Seguridad Social cuando se presentaban en la mutua pese a haberse acreditado como mutualistas. Sanidad señaló que 'no hay motivo para que se pida el número de la Seguridad Social'. La dirección de Mutua de Terrassa no respondió a las preguntas sobre estas supuestas prácticas.

L'Aliança no puede realizar ningún movimiento de activos sin la autorización previa de Economía, principal medida cautelar impuesta por la Generalitat después de que el Servicio Catalán de la Salud detectara que la entidad facturó doblemente servicios sanitarios a sus mutualistas y a la Seguridad Social por valor de unos 7,2 millones de euros (más de 1.200 millones de pesetas) en su hospital del Sagrat Cor.