'Aquí no vamos a hacer distingos entre nacionalistas y no nacionalistas'
Inaxio Oliveri ha cambiado la consejería de Educación por el pequeño despacho de rector de Mondragon Unibertsitatea. 'Con idéntico volumen de trabajo, aunque con menos tensión', Oliveri apuesta por una universidad plural, sin distinciones ideológicas, flexible y en contacto permanente con el mundo empresarial.
Pregunta. ¿No se le queda el puesto pequeño después de estar rigiendo la política educativa vasca durante siete años?
Respuesta. Yo creo que no. Es un trabajo diferente, y yo diría además que muy acorde con lo que he desarrollado durante los últimos 25 años de mi actividad profesional.
P. ¿Teme que la tranquilidad de una institución pequeña como ésta le haga echar de menos la política?
'La evolución de las necesidades económicas van a obligar a cambiar a la universidad'
'Estamos abiertos a colaborar con el resto de las universidades vascas'
R. Yo suelo decir que estoy tan ocupado como antes, pero quizá con menos tensión. Creo que cuando una actividad llena e interesa no se echa en falta nada. Y yo, desde luego, no echo en falta en este momento la actividad política.
P. El anterior rector, Javier Retegui, fue también consejero del Gobierno vasco. ¿Se ha convertido Lakua en la cantera de rectores de Mondragon Unibertsitatea?
R. Eso supongo que es una decisión que deben adoptar sus responsables. Hombre, tanto Retegui como yo teníamos perfiles como para poder dirigir una universidad. Retegui ha sido, entre otras muchas cosas, viceconsejero de Educación en el primer gobierno con Etxenike. Y en mi caso no parece que haya dado un cambio tan terrible. Sigo en el mismo hábitat en el que estaba antes.
P. Retegui y usted tienen una clara adscripción nacionalista. ¿Piensa que se pueda asociar a Mondragon Unibertsitatea con ese ideario?
R. El hecho de que uno tenga una filiación política nacionalista nada tiene que ver con el ejercicio de una profesión. Y quien quiera hacer cualquier tipo de interpretación malévola sobre el hecho de ser nacionalista creo que se equivoca. Estamos en un proyecto dirigido al conjunto de la sociedad vasca, no para nacionalistas o para no nacionalistas. Aquí no vamos a hacer distingos, como no se ha hecho, como no se hace y como no se hará en las otras universidades vascas.
P. Hablábamos antes de cantera. ¿La vocación de la institución que dirige es formar a los profesionales de los que se nutre la corporación a la que pertenece?
R. No, yo creo que es mucho más amplia. El mundo cooperativo ha tenido una especial relación con la formación desde el comienzo. A lo largo de los años ha evolucionado y ha constituido una universidad que se ha buscado un sitio y que responde a algo más que a las propias necesidades del grupo, que es evidente que aquí tiene una buena cantera para la formación de sus profesionales y de sus directivos.
P. ¿Mondragon Unibertsitatea está más centrada en la formación de profesionales que en la investigación y el desarrollo del conocimiento?
R. Mondragon es una universidad joven, y tiene, y no debe de perder, una gran relación con el mundo empresarial. Y desde esa perspectiva, ha tenido bien claro cuáles son las necesidades del sistema económico-productivo. Quizá no tenga un desarrollo de la investigación básica como pueda tener la UPV. Pero también es verdad que hay una apuesta clara para ir incidiendo en el ámbito de la investigación.
P. ¿Mondragon es el ejemplo a seguir en su estrecha relación con la empresa?
R. Creo que la universidad debe ir cambiando, y tiene que cambiar rápidamente, porque la evolución de las necesidades del sistema económico-productivo le van a obligar. Una universidad o una facultad tiene que estar en íntima conexión y rodeada de agentes externos que le aporten conocimiento. Nosotros estamos haciendo una fuerte apuesta con el Polo de Innovación Garaia en el ámbito tecnológico, hay un proyecto también en Oñati de gestión empresarial, que van a dar un valor añadido a la formación, puesto que ahí habrá concentración de institutos universitarios, de centros de I+D, de centros tecnológicos, etcétera.
P. Algunos sectores opinan que Mondragon es un híbrido entre la FP y la universidad. ¿Usted ve esta definición como un halago o un ataque?
R. Es lógico que en determinados parámetros de medición de la calidad universitaria, como puede ser la publicación de revistas, etcétera, podamos estar en una situación menor, precisamente por el proceso histórico que tenemos. En otros ámbitos llevamos ventaja. La apuesta que hace Mondragon Unibertsitatea es mantener sus especificidades e incidir en el desarrollo de esos parámetros. En cualquier caso, el producto que ofrecemos es bueno, formamos a buenos profesionales y eso se ve en su alto índice de colocación.
P. ¿Entre Deusto y la UPV, qué espacio le queda a Mondragon Unibertsitatea?
R. El que está ganando, ni más ni menos. Nosotros hemos incrementado la matrícula, un 8% en el monto global y un 4% en alumnos de primer ingreso, y eso en una situación de franco descenso del alumnado por la influencia de la baja natalidad.
P. ¿Compite con ellas o se complementa?
R. Ambas cosas. En cualquier caso, creo que la competencia debe ser para mejorar las tres universidades. Yo, además de rector de Mondragon, soy ciudadano vasco, y yo quiero un buen sistema educativo vasco y un buen sistema de formación superior. Por eso, creo que hay que estar abierto a la colaboración interuniversitaria y nosotros desde luego estamos abiertos a ello.
P. En lo que coinciden las tres universidades es en la obligada obediencia a la nueva ley de Universidades. ¿Prevé conflictiva su aplicación?
R. A mí me parece que la ley puede sumir a la universidad pública en un proceso constituyente en el que realmente se van a estar perdiendo muchísimas energías cuando estamos en un momento en el que la preocupación principal de todas las universidades es la puesta al día de lo que supone dar un cambio real a la universidad e irnos acercando a lo que va a ser el espacio europeo de educación superior. En este sentido, la ley ha desperdiciado una oportunidad importante, puesto que no va en camino de lo que se planteaba en la declaración de la Sorbona de 1998 y la de Bolonia de 1999.
P. ¿El planteamiento del Gobierno vasco con su propósito de una ley alternativa puede arreglar algo?
R. El Gobierno vasco lo que tiene que hacer es defender sus ámbitos competenciales y tiene que intentar mejorar al máximo el sistema universitario de la comunidad autónoma. Lo que ocurre es que esto es complicado, porque la ley es un reglamento que prácticamente toca todos los ámbitos de la universidad y además es orgánico.
P. ¿Le gustaría estar ahora en el papel de su sucesora?
R. Pero si ya he estado durante bastante tiempo. Creo que se necesitan aires nuevos en todos los sitios y, por lo tanto, esa etapa de mi vida ya ha pasado. Estoy muy a gusto en ésta.
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