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Aznar aplaza el debate de candidatos en el PP para evitar crisis internas

Arenas ve 'en el ambiente' que Felipe González condiciona a Zapatero

Javier Casqueiro

José María Aznar no quiere que se anticipe el debate sobre su sucesión, que prevé para otoño de 2003, pero tampoco que se adelante la discusión sobre los próximos candidatos municipales y autonómicos del PP. Aznar advirtió ayer al Comité Ejecutivo Nacional del PP, el primero tras su reciente Congreso, de que abordar ahora esas candidaturas podría acarrear crisis internas. El PP pretende que el PSOE se distraiga en estos meses con esos problemas y postergar sus nominaciones hasta sus congresos locales del próximo otoño.

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El presidente del Gobierno y del PP no se explayó ayer ante la primera reunión del máximo órgano de su partido tras el XIV Congreso. Eso sí, dejó varios encargos. El primero: ganar todas las citas electorales (seis) de los próximos tres años. Y especialmente los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2003. Aznar reclamó 'mucho trabajo interno' y que las discusiones sobre designaciones y renovaciones de aspirantes no se generen a destiempo.

El presidente del PP, sin duda influido por la crisis observada en el PSOE con algunas nominaciones, especialmente la de la candidatura a la alcaldía de Madrid, apuntó que aún queda mucho hasta el momento programado en su partido para proclamar las candidaturas. El PP querría solventar ese problema durante los congresos provinciales y regionales que celebrará el próximo otoño.

El secretario general del PP, Javier Arenas, apuntó en esa línea que no habrá grandes noticias sobre candidaturas en su partido hasta entonces. Y avanzó, eso sí, que el PP ha encargado ya la elaboración del programa marco que servirá de eje para esas elecciones.

El PP, además, contratará esta primavera una importante partida de encuestas sobre cualificación de posibles candidatos en varias autonomías y capitales de provincia. Particularmente en aquellas donde no están claras sus opciones de victoria. El PP se prepara para realizar una fuerte inversión económica (se habla de varios cientos de millones de pesetas) en esos sondeos. Trabajo que merecerá un capítulo especial en Madrid, la capital de España, gobernada con mayoría absoluta desde 1991 con José María Álvarez del Manzano como alcalde. La dirección del PP no sabe muy bien cómo resolver su intención de renovar a Álvarez del Manzano como cabeza de cartel ni cual de las posibles sustitutas, Mercedes de la Merced o Esperanza Aguirre, tiene más opciones. Pero el PP, hasta ahora, no ha padecido grandes problemas para mantener esa disputa silenciada.

- Pacto Antiterrorista. Arenas aprovechó su comparecencia para subrayar que, pese a las urgencias expuestas por distintos dirigentes del PSOE para reunir el Pacto Antiterrorista cuanto antes por los problemas de seguridad en el País Vasco, ninguno de sus interlocutores habituales había reclamado hasta este pasado domingo a las 23.00 horas ni fecha ni agenda de contenidos. La reunión se producirá en unos días pero Arenas ya avisó ayer de que el PP no se resignará a aceptar algunas medidas que el PSOE ha avanzado por los medios de comunicación porque podrían ser inconstitucionales.

- Liderazgo del PSOE. El número dos del PP tenía ganas de salir al paso de los supuestos problemas de liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero en el PSOE. Arenas los dio por probados porque los ve 'en el aire, en el ambiente' y culpó al ex presidente del Gobierno Felipe González 'de seguir condicionando a diario la vida del PSOE por su resistencia tremenda a dejar la primera plana'. Arenas descalificó el 'mal gusto y mal estilo' de González y tildó como 'veleidad y uno de los mejores chistes de los últimos años' que cuestionase el culto al personalismo en el Congreso del PP.

No molestar más a CiU

José María Aznar está muy interesado en conseguir bajo su mandato el 'hito histórico' de que los nacionalistas catalanes de CiU entren en el Gobierno central. El propio presidente del Gobierno reiteró hace poco esa oferta en público y sigue a la espera de una contestación personal y en secreto del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pensada para este mes de febrero o marzo. Hace unas semanas, Aznar ordenó a los dirigentes de su partido que no se metieran con los responsables de CiU, pese a sus primeras y contundentes respuestas negativas, para dejarles tiempo para reflexionar. Aznar, ayer, reiteró a la Ejecutiva del PP esa estrategia y les pidió, además, que no expresen más veces en público la oferta. Aznar ha encargado a Javier Arenas que sondee las posibilidades de acuerdo en privado y los contactos se retomarán con discrección en días.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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