54 programas para ahorrar energía

Barcelona apuesta por moderar el consumo energético y fomentar el uso de energías renovables en el plan de mejora energética presentado ayer para la próxima década. Basándose en un estudio de las necesidades actuales y futuras de la ciudad, el Ayuntamiento propone una batería de actuaciones que frenen el crecimiento del consumo previsto hasta el año 2010, de forma que en lugar de alcanzar un aumento del 31% se quede en el 25%.

El plan alerta sobre los riesgos de una deficiente red eléctrica. Así, da cuenta de las deficiencias observadas en la red de electricidad, tanto en el suministro como en la distribución, y alerta incluso contra situaciones de riesgo que podrían darse si no se renuevan las infraestructuras.

El Ayuntamiento prevé elaborar el próximo marzo conjuntamente con Fecsa-Endesa un programa que incluye un plan de infraestructuras que garantice la calidad del suministro durante las 24 horas que los usuarios barceloneses reclaman.

Respecto a las iniciativas conjuntas que surjan de las negociaciones del Ayuntamiento y Fecsa-Endesa se esbozaron ayer los ejes sobre los que girará el plan de mejora del servicio eléctrico.

La cuarta teniente de alcalde de Sostenibilidad y Ecología Urbana, Imma Mayol, anunció que el próximo plenario municipal aprobará la creación de la Agencia de Energía, que será el organismo que promoverá la ejecución del ambicioso plan de mejora energética, que desarrollará un total de 54 programas en los próximos 10 años. En dicha agencia estarán representadas la Administración y las principales universidades catalanas

En una primera fase se intensificarán los cambios de hábitos de la ciudadanía para que se modere el consumo, lo que juzgan posible gracias a las nuevas tecnologías, que garantizan un mayor rendimiento reduciendo el gasto.

Mayol y el gerente de Mantenimiento y Servicios, Ricard Frigola, desgranaron una serie de ejemplos de lo que se entiende por buenos hábitos energéticos, que van desde los más sencillos, como sustituir las bombillas convencionales por las de bajo consumo, el aislamiento de las fachadas de las viviendas y la colocación de doble cristal en las ventanas, a otras medidas más complejas pero que también permiten reducir el gasto, como aprovechar la energía residual del sistema de calefacción de los hospitales, escuelas u hoteles para alimentar la refrigeración.

Los impulsores del plan de mejora energética presentado ayer prevén a medio plazo dotarse de ordenanzas que estimulen la instalación de sistemas fotovoltaicos en edificios del sector terciario de nueva construcción y se plantean subvencionar la incorporación de criterios de eficiencia ecológica en las obras de rehabilitación.

Mayol reivindicó ayer el liderazgo que, en su opinión, corresponde a las ciudades, que son las consumidoras del 75% de la energía mundial. Pero si rebajar el gasto es uno de los principales objetivos que persiguen los autores del plan, no menos importante es para ellos mantener a raya las emisiones de anhídrido carbónico a la atmósfera.

Asimismo Mayol explicó que Barcelona se sitúa muy por debajo de los niveles de contaminación de otras ciudades europeas. El estudio demuestra que el transporte privado es el principal agente contaminante: los vehículos particulares gastan el 91,1% de la energía que se consume en la capital catalana en transporte para efectuar el 51,9% de los desplazamientos. El transporte público consume un 8,9% de la energía para el 48% de los desplazamientos.