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El constructor Martínez Núñez, acusado del sabotaje a una empresa rival

El constructor leonés José Martínez Núñez ordenó el sabotaje contra las oficinas de la constructora Begar de Valladolid, según se desprende del escrito de diligencias previas del Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid. En la madrugada del 19 de febrero de 1999, dos encapuchados rompieron cristales de las oficinas de la constructora Begar, propiedad de José Luis Ulibarri, y lanzaron al interior varias botellas incendiarias, junto a una nota en la que se podía leer 'primer aviso'.

José Martínez Núñez, constructor leonés que desde 1987 ha obtenido obras de la Junta de Castilla y León por valor de 20.000 millones de pesetas, es relacionado por la Guardia Civil con varios hechos delictivos, entre los que se incluye un presunto plan para asesinar a Xosé Cuiña, consejero de Obras Públicas de la Xunta de Galicia.

Según el escrito de diligencias previas del Juzgado de Instrucción de Valladolid, 'José Martínez Núñez ordenó a los hermanos José Manuel y Timoteo Pintado Palomo, que procedieran a causar daños en la sede de las empresas Begar y Retecal'. José Manuel y Timoteo Pintado, titulares de la agencia de detectives D'Ajenti Hermanos y detenidos a finales de 1999 por su presunta relación con los atentados a la empresa berciana del industrial Gumersindo Castro, encargaron a su vez el sabotaje en las oficinas de Begar 'a sus empleados Rafael Wolfang Pérez Álvarez y Gustavo Alonso Melcón'.

Daños por 601.000 euros

El escrito del instructor explica que 'estos dos empleados se personaron en Valladolid y, tapados con sendos pasamontañas y portando garrafas de gasolina, un martillo y un objeto cortacristales y procedieron a romper la luna del cristal del portal', por donde introdujeron el líquido inflamable, que causó daños superiores a los 601.000 euros (unos 100 millones de pesetas). Según el escrito del juzgado, los hechos pueden revestir las características de un delito de coacciones y daños por parte de Alonso Melcón, los hermanos Timoteo Palomo y el constructor José Martínez Núñez. Rafael Wolfgan Pérez Álvarez no aparece mencionado en el escrito ya que se suicidó en julio de 1999 tras dejar una carta manuscrita en la que afirmaba que se había negado a asesinar a Xosé Cuiña por encargo de los hermanos Timoteo Palomo.

Un informe de la Unidad Central Operativa de la Policía Judicial de la Guardia Civil elaborado en 1999 y remitido en febrero de ese año al titular del Juzgado de Ponferrada (León) recoge un análisis pormenorizado de todos los sabotajes de que fueron objeto a partir de 1996 varias empresas competidoras de José Martínez Núñez. Según ese informe, 'este grupo delictivo pertenece a la categoría de delincuencia organizada, ya que cada uno tiene una tarea encomendada, están jerarquizados y únicamente se mueven por el interés económico'.

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