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Reportaje:

El brote de los doctores 'chapuza'

Tras la muerte de Débora, se disparan las denuncias de afectados por intervenciones quirúrgicas

Un hilo musical agradable, revistas con modelos esculturales, un cestito con caramelos sin azúcar... Estamos en una consulta de cirugía estética de la calle de Ulises (Ciudad Lineal).

-Quería saber qué tenéis para quitar grasa de los muslos.

-Lo mejor: la liposucción, que cuesta 700.000 pesetas.

-¿Y me operarían aquí?

- En la clínica San Camilo. Te voy a mandar a nuestro mejor cirujano: José Luis D. I.

Este médico fue condenado en mayo de 2000 por un juzgado de primera instancia a pagar tres millones de pesetas a una mujer a la que operó, en el mismo centro de la calle de Ulises, de aumento de mamas. El resultado, según la sentencia, fue el siguiente: 'Perjuicio estético considerable: dolor en ambos pechos, desigualdad en el volumen de las mamas, rotura de la silicona...'. La Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) ha recogido otras seis denuncias más contra este médico.

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En los últimos días, Avinesa ha recibido cerca de 1.000 llamadas de afectados por operaciones quirúrgicas. La muerte el pasado día 25 de Débora Catalán, en un centro donde había acudido a reducirse la grasa de los muslos, ha disparado las quejas. 'La gente está preocupada. Intentamos tranquilizarles y les remitimos a nuestros abogados', explica María Antonia Moral, secretaria general de Avinesa.

Margarita, de 36 años, fue operada en marzo del año pasado por José Luis D. I. de liposucción. Ahora, según ella, tiene la pierna izquierda sin sensibilidad y los muslos con bultos y cicatrices. Ha denunciado su caso a Avinesa.

Llamada al 012, teléfono de la Comunidad de Madrid donde informan de los centros estéticos con licencia.

-Quería saber si tiene licencia un centro estético en la calle de Ulises.

-Sí, viene registrado como consulta de cirugía estética.

-Pero una cosa es que pasen consulta y otra que operen...

-Ah, ¡y yo qué sé! Aquí dice que es una consulta y cada negocio se inscribe en el registro mercantil como quiere. Lo que no podemos saber es lo que luego hacen dentro.

'El Gobierno regional no va a adelantar nada cerrando los centros sin licencia. La mayoría están inscritos como consultas y luego operan dentro sin tener permiso', denuncia Moral. Y añade: 'Muchos de estos centros tienen ahora muchos recelos y están intentando cambiarse de lugar'.

Sala de espera de la clínica de la calle de Ulises. Varias empleadas llaman a la lista de clientes y les informan de que, en breve, se van a cambiar de domicilio.

-Sí, te llamo para decirte que, en dos semanas, nos trasladamos a la zona de Moncloa. Allí te atenderemos. Gracias.

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