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Reportaje:

Un rompecabezas para la paz

700 escolares de todos los distritos de la capital hacen un puzle pacifista en un colegio de Vicálvaro

La paz no siempre equivale a calma y quietud. El griterío provocado por 700 niños arremolinados en el colegio Alfonso X el Sabio, en Vicálvaro, sirvió ayer para clamar por el cese de la violencia, en todas sus manifestaciones y en cualquier país. La marabunta de escolares procedía de 21 centros públicos de todos los distritos de Madrid. Acudieron al patio del Alfonso X el Sabio a confeccionar un rompecabezas gigante y pacifista, con piezas de dos metros cuadrados, una por colegio. Nunca antes habían resonado con tanta fuerza infantil palabras capitales como 'libertad', 'alegría', 'colaboración', 'amor', 'unidad' y, por supuesto, la suma de todas, 'paz'.

El enorme puzle es el fruto de dos meses de labor callada de monitoras, profesores y niños, alumnos de quinto o sexto cursos de primaria y 'de todas las razas y culturas', según las organizadoras. El resultado ha quedado simbólico y colorista: abundan las manos de cartulina, a cientos, de todos los tamaños y colores; hay 19 palomas blancas de corcho, casas de papel, árboles, dibujos hechos con palos de helado, el arco iris y dos manos blancas enormes también de corcho.

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La gestación del rompecabezas empezó en noviembre, cuando las siete monitoras y una coordinadora designadas por el Ayuntamiento de Madrid comenzaron a visitar los colegios de la capital. Los profesores les recibieron con ganas de colaborar y los chavales, con escepticismo. Cristian Casero, de 11 años, por ejemplo, no ocultaba ayer que se lo ha pasado bien elaborando el puzle, pero que, si pudiera elegir, preferiría una clase de plástica.Victoria Salguero, de la misma edad, tampoco tuvo empacho en reconocer que una charla sobre la paz es interesante pero menos que una buena tanda de ejercicios gimnásticos. Otros niños han vibrado más con la experiencia y creen que el rompecabezas sería exportable. 'Yo lo llevaría a Afganistán, que allí ahora hace mucha falta la paz', dijo la estudiante Gema López (11 años), sin titubeos. Ya puesta, se lanzó a soñar: 'Si fuese la dueña del mundo, haría el bien para dar ejemplo'.

La ceremonia bulliciosa de ayer consistió en la colocación de las piezas del puzle y la lectura de unos comentarios y deseos en torno a la paz. Cada colegio realizó su minimural de dos metros de largo por uno de ancho, según el boceto presentado por las monitoras.

Al principio del proyecto, primó el despiste. 'Los chavales no sabían de qué iba la cosa y, como además estaban preparando las Navidades, pues no se enteraron mucho; fue después de las fiestas cuando nos apoyaron más', comenta la coordinadora, Mercedes Poblet. De hecho, la comitiva de cada colegio se desplazó ayer al Alfonso X el Sabio con algo más que la pieza a cuestas y las cuerdas vocales a punto para gritar. Llevaron sus consignas contra la violencia en cartulinas y pancartas y se tomaron la actividad como un concurso, con aplausos y vítores. Cuando los cuatro representantes de cada colegio se dirigían a incrustar su pieza en el rompecabezas, los compañeros les aclamaban. Incluso hubo piques por ver quién gritaba más alto.

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Unos niños observan un mural gigante instalado en el colegio Alfonso X el Sabio.
Unos niños observan un mural gigante instalado en el colegio Alfonso X el Sabio.BERNARDO PÉREZ

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