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Once niños amenazan con suicidarse hoy si Australia no les da asilo político

Cientos de refugiados hacen huelga de hambre y decenas se lesionan como acto de protesta

En Woomera, en el sur de Australia, cientos de refugiados afganos y sus hijos han alzado la voz para protestar contra las condiciones inhumanas en las que aseguran estar recluidos y en demanda de asilo político. De entre ellos, 11 menores de edad sellaron ayer un 'pacto de suicidio' por el que amenazaron al Gobierno con quitarse la vida hoy si no tramitan su estatuto de refugiados políticos. La amenaza se produce tras una semana de intensas protestas en diversos centros de detención. 'Estos chicos piensan que es la única manera de abandonar el centro. Están cada vez más nerviosos y quieren una decisión inmediata, de lo contrario pasarán a los hechos', declaraba ayer uno de los abogados de los refugiados. Los jóvenes, con edades entre 14 y 17 años, pretenden suicidarse arrojándose contra los alambres de espino de Woomera, hiriéndose con objetos cortantes o ingiriendo sustancias tóxicas. La semana pasada 15 personas intentaron ahorcarse y otras bebieron champú y detergente aduciendo que se encontraban maltratadas y encerradas 'como animales'. Otros 46 internados en el centro se han cosido los labios en señal de protesta, según el departamento de Inmigración. Mientras, más de 300 refugiados del centro permanecen en huelga de hambre desde hace 13 días para pedir mejores condiciones en el centro de detención y que se agilicen los trámites de petición de asilo. Algunos de los recluidos llevan más de dos años internados. Los refugiados son en su mayoría afganos y protestan por la reciente decisión de Canberra de suspender las peticiones de asilo de unos 2.000 afganos, al considerar que la caída del régimen talibán no justifica ya sus solicitudes.

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El primer ministro conservador australiano, John Howard, consideró ayer que las amenazas de los jóvenes son un chantaje y afirmó que los derechos humanos están siendo respetados y que no piensan modificar las leyes de inmigración. Howard fue reelegido el año pasado al frente del Gobierno después de rechazar la entrada de cientos de balseros afganos que naufragaron frente a las costas australianas en agosto pasado.

Los incidentes en Woomera empezaron hace un año y medio con la fuga de 500 reclusos para manifestarse en un centro comercial. En diciembre pasado se produjeron episodios violentos en el centro durante tres días, en los que 21 guardas resultaron heridos.

El Gobierno británico también parece decidido a devolver a los solicitantes de asilo afganos a su país. El ministro de Inmigración británico, Lord Rooker, declaró ayer al diario The Independet que Afganistán vuelve a ser un país seguro y que por tanto está preparado para acoger a sus demandantes de asilo. El Reino Unido devolverá también a su país a los inmigrantes somalíes por considerar que el país ya cuenta con 'un buen Gobierno'.

Un refugiado afgano, con los labios cosidos, yace en la cama de un hospital australiano.
Un refugiado afgano, con los labios cosidos, yace en la cama de un hospital australiano.ASSOCIATED PRESS

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