El secretario de Política Científica deja a Birulés a mitad de la legislatura

El secretario general de Política Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Juan Junquera, el patrón de los funcionarios como se le conoce en los ámbitos políticos y de la función pública, que salió ileso de un atentado de la banda terrorista ETA el pasado 6 de noviembre, cesó en su cargo en el Consejo de Ministros de ayer para incorporarse como consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Aunque el Gobierno ha vestido el cese de Junquera de acuerdo pactado con la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, ante la reclamación del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, para incorporarlo como vocal a la CNMV, el hecho es que deja el cargo, en mitad de la legislatura, por discrepancias con Birulés sobre la orientación del que fue concebido como departamento estrella en el primer Gobierno de la mayoría absoluta de José María Aznar, en abril de 2000, según señalan algunas fuentes gubernamentales.

Precisamente, Junquera, que tiene 65 años, tras ejercer la primera legislatura en el cargo de subsecretario de la Presidencia, siendo ministro Francisco Álvarez Cascos, pasó en la segunda, a petición de Azar, a apuntalar, con su veteranía, un ministerio de nueva planta, el de Ciencia y Tecnología, con una ministra también novel en la política - Birulés- y en el que el presidente del Gobierno tenía puestas muchas expectativas.

En esta ocasión ha sido el vicepresidente segundo del Gobierno quien lo ha reclamado como vocal de la CNMV. En La Moncloa quitaban ayer importancia a que 'hubiese discrepancias' entre Junquera y Birulés. Su sustituto, nombrado también en el Consejo de Ministros de ayer, es Félix Yndurain, actual director del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y catedrático de Física.

La causa inmediata de la dimisión de Junquera habría sido la oposición de la ministra Anna Birulés a su proyecto de unificación de los organismos públicos de investigación que dependen de su ministerio en torno al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según las fuentes consultadas. En La Moncloa expresaban su 'sorpresa' por esta versión.

Pero el malestar de Junquera con Birulés viene de más lejos. Con motivo del atentado fallido de ETA contra su persona el pasado noviembre, en los medios gubernamentales ya se comentó que Junquera estaba cansado de su actual destino y que estaba descontento con la marcha del ministerio. En algunos de esos medios se comentaba, con mucha carga irónica, que 'en la próxima legislatura se creará por fin el Ministerio de Ciencia y Tecnología', como muestra reconocida del fracaso en la puesta en marcha del que iba a ser el departamento puntero en la actual legislatura. Las fuentes consultadas denuncian falta de coordinación interna en los proyectos ministeriales y una 'ausencia de iniciativa y presencia' de la ministra Birulés.

Durante su estancia en el ministerio, Junquera sacó adelante algunas reformas de la ley de la ciencia, como la creación de escalas unificadas para facilitar la movilidad del personal de investigación entre los organismos públicos de investigación y el desarrollo de una nueva figura (licencia), que permite a los investigadores, científicos y técnicos incorporarse temporalmente a las empresas.