Dos pabellones del hospital de Cantoblanco, en estado de abandono

El hospital de Cantoblanco, que depende de la Comunidad de Madrid, tiene dos de sus siete pabellones en completo abandono. Este centro hospitalario, ubicado en el límite entre Alcobendas y Madrid, cuenta con 160 camas, el 40% vacías, y atiende principalmente a ancianos y enfermos del pulmón. Según los trabajadores del hospital, la Comunidad invierte poco en un centro que podría atender las necesidades hospitalarias del norte de Madrid. La Consejería de Sanidad, por su parte, responde que en los últimos tres años ha invertido 1,8 millones de euros.

El hospital de Cantoblanco, inaugurado en 1914, es uno de los centros sanitarios más antiguos de la región. Fue dividido, según los cánones sanitarios de la época, en pabellones de tres plantas, rodeados de jardín. 'Una estructura muy bonita, pero poco funcional para las necesidades del siglo XXI', según los trabajadores.

Actualmente, el centro sanitario de Cantoblanco atiende a pacientes de geriatría, neumología y medicina interna. La mayoría son personas mayores.

En 1999, cuando la Comunidad asumió la gestión del hospital, la Consejería de Sanidad convirtió Cantoblanco en un centro de apoyo del hospital Gregorio Marañón. 'En tres años hemos invertido más de 300 millones de pesetas [1,8 millones de euros] en obras de rehabilitación y en la compra de equipos médicos', afirma José María Pereira, gerente del hospital.

El comité de empresa, sin embargo, no comparte esta afirmación: 'Sanidad no ha apostado por este hospital, y la prueba es el estado en el que se encuentra, con edificios deteriorados, la mitad de las camas vacías y con médicos que son trasladados a otros hospitales', asevera Joaquín Sánchez, presidente del comité de empresa, de CC OO.

Centro infrautilizado

Caridad García, portavoz de Sanidad de IU en la Asamblea, no entiende cómo 'Cantoblanco está infrautilizado mientras el norte de Madrid necesita un hospital comarcal'. La zona norte, con más de 200.000 habitantes, ha pedido reiteradamente al Gobierno regional un hospital. José Caballero y Ángel Requena, alcaldes de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, se reunieron la semana pasada con el consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, para discutir la atención hospitalaria en la zona. 'Cantoblanco está muy bien situado para atender a Alcobendas, San Sebastián, Tres Cantos y Colmenar', explica el socialista José Caballero. 'Arreglar este hospital es una de las alternativas que tiene Echániz, pero creo que piensa que es más barato hacer un centro médico más funcional que gastarse el dinero en adecentar el de Cantoblanco', añade Caballero. Sanidad declinó ayer explicar qué uso dará en el futuro a este centro.

El comité de empresa cree que el hospital está perdiendo, además, capacidad asistencial: 'Hace un año, las mujeres de Alcobendas venían aquí a hacerse las revisiones ginecológicas. Pero el médico está de baja y no ha sido sustituido', lamenta Joaquín Sánchez.

CC OO critica que otros servicios del hospital, como reumatología o cirugía, 'están bajo mínimos, porque los médicos han sido trasladados a otros hospitales'. El comité de empresa cifra 'en unos 50 los profesionales de Cantoblanco' que la Consejería de Sanidad ha mandado a otros hospitales.

La dirección del centro admite que ha dejado de ofrecer el servicio de ginecología, pero considera que 'es normal que la consejería sitúe los médicos allí donde más falta hacen, aunque sea en otros hospitales'.

Los trabajadores también se quejan del 'mal estado del hospital'. 'Hay goteras y humedades en el vestuario del personal, que fue inaugurado hace menos de un año. Pero aún más grave es que también haya humedades en las habitaciones de aislamiento para tuberculosos. Además, hay restos de obras por todo el jardín, con el peligro que esto supone para los pacientes mayores'.

El pasado miércoles, una paciente enferma pulmonar permanecía ingresada en una habitación en la que la pintura de la pared estaba hinchada por la humedad. El personal tuvo que eliminar las manchas de moho aparecidas sobre ella.

José María Pereira, gerente del hospital, admite las humedades, pero asegura que son casos puntuales: 'Neumología tenía todas las habitaciones ocupadas e ingresamos a la paciente en esa habitación. Pero no ha permanecido allí más de 48 horas'. Pereira explica que el hospital está acometiendo 'profundas reformas', pero que las obras debieron suspenderse hace unos seis meses porque se acabó el presupuesto.