Enron y los bancos

Cuanto más sabemos sobre la quiebra de la compañía Enron, más ramificaciones aparecen. Los fallos en el proceso auditor y la vulnerabilidad de las pensiones de muchos trabajadores tienen un complemento ahora en la preocupación surgida sobre el papel jugado por los bancos. La bancarrota de Enron ha puesto el foco sobre debilidades muy fundamentales en el sistema de regulación financiera de EE UU, que no ha sabido acompasar sus cambios a los realizados por las empresas. La última preocupación se centra en el papel desempeñado en la crisis por JP Morgan Chase, uno de los dos principales bancos de Enron. Estuvo relacionado con una compañía de ultramar utilizada por la compañía de energía para desplazar hacia aquélla diversos riesgos que tenía la empresa fuera de sus balances. El descubrimiento de tales arreglos aceleró la espiral de caída de la acción de la compañía y la empujó a la bancarrota. (...)

JP Morgan y Citigroup, el otro gran banco de Enron, son los mayores de una nueva generación de grupos bancarios formados mediante la combinación de banca comercial y banca de inversión para dar a las grandes empresas una solución completa y unificada. (...) Enron fue, hasta hace pocas semanas, un caso prototípico que justificaría la creación de grandes bancos de inversión con grandes cuentas de balance. (...) La legislación financiera de 1999 no hizo la tarea de racionalizar las reglas financieras. (...) La debilidad actual en la regulación del mercado financiero deberá ser atacada cuando amaine el viento sobre Enron.

Londres, 17 de enero