Disputa entre los primeros de la clase
La finalista del Premio Nacional de Fin de Carrera recurre a los tribunales
El 22 de noviembre de 2001 fue una jornada agridulce para Pilar Navarro, de 24 años y recién licenciada en Derecho por la Universidad de Almería. Ese día la ministra de Educación, Pilar del Castillo, entregaba en el Auditorio Nacional de Madrid los Premios Nacionales Fin de Carrera con los que cada año el ministerio distingue a los licenciados más brillantes. Navarro acudió con semblante serio: iba a recoger el segundo premio (dotado con 350.000 pesetas, 2.104 euros) y no el primero (450.000 pesetas, 2.705 euros), que creía merecer. Ahora lo reivindica con un recurso ante la Audiencia Nacional.
Las alegaciones de la licenciada sobre la adjudicación cayeron en saco roto a pesar de tener el mejor expediente académico de su carrera en toda España: obtuvo 25 matrículas de honor, todas en junio, en las 25 asignaturas que cursó durante los cinco años de carrera. Pero su nota media de 10 no fue suficiente argumento. El jurado otorgó el primer premio a Cristian Oliver Lucas Mas, estudiante de la Universidad de Barcelona cuya nota media es de 9,93 para el Ministerio.
Pilar Navarro logró un 10 de media en Derecho; el ganador, que aprobó tres carreras en cuatro años, obtuvo 9,93
El departamento de Educación respondió a las alegaciones de Navarro que, además de las notas, la normativa posibilita que el jurado puede tener en cuenta 'cualesquiera otros méritos académicos y científicos que puedan ser considerados'. Sin embargo, la almeriense considera que se han vulnerado los principios de objetividad, publicidad y concurrencia. Por ello ha recurrido la orden ministerial de concesión de los premios.
'Ni siquiera se ha dado publicidad de tipo alguno sobre los criterios según los cuales han valorado el curriculum vitae y los méritos, lo que priva de transparencia la decisión. Tampoco se dio trámite de audiencia a los candidatos para que hubiesen podido concurrir en condiciones de igualdad', alega Navarro en el recurso presentado.
Buena parte de los méritos de Lucas Mas valorados por el jurado son anteriores o posteriores a la carrera. Entre ellos figuran la calificación obtenida en selectividad (9,29) en septiembre de 1997 -' la nota más alta de todos los alumnos de España de los últimos diez años', según un portavoz del Ministerio de Educación-, el haber logrado el premio extraordinario de bachillerato o ser ahora, a los 22 años, el letrado más joven del Colegio de Abogados de Barcelona.
'Yo podía haber enviado una retahíla de méritos de todas las cosas que he hecho en mi vida. Tuve matrícula de honor en COU, y en bachillerato, todo sobresaliente. También soy el abogado más joven del Colegio de Almería. Pero la convocatoria de los premios dice claramente que los méritos son durante los estudios de la carrera', subraya Navarro.
Cristian Oliver Lucas Mas cree que sobre la decisión del jurado puede haber influido su carrera por hacer carreras: logró la licenciatura de Derecho en tres años y simultaneó esos estudios con la diplomatura de Ciencias Empresariales y la licenciatura en Dirección y Administración de Empresas. En total, tres carreras en cuatro años. ' No pretendo de ningún modo justificar que Pilar no merezca el premio', dice Cristian. 'Si lo merece, dicha labor queda a merced de los tribunales', añade.
Tras el recurso presentado ante la Audiencia Nacional, el ministerio hace hincapié en que un artículo de la convocatoria establece que para otorgar el premio se tendrá en cuenta un 'breve curriculum vitae' de los aspirantes. 'Es lógico, porque si no, no haría falta un jurado. Bastaría con un funcionario que diera fe de las certificaciones académicas. Sería una mera media matemática', explican en el departamento.
El caso ha motivado reacciones parlamentarias como la del diputado socialista Francisco Contreras, con una proposición no de ley para que los Premios tengan en cuenta el curriculum vitae de los solicitantes y otros méritos académicos y científicos 'siempre que se produzca un empate en la valoración de los expedientes universitarios'.
En los casi 50 años de vida de los Premios Nacionales Fin de Carrera se han dado otros siete casos en los que los ganadores presentaban un expediente inferior al de los finalistas. El caso de Pilar Navarro es el primero que dirimirá la Justicia. Entre abogados anda el pleito.
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