Gobierno y guerrilla rompen el proceso de paz en Colombia

La amenaza de las FARC de seguir utilizando 'todas las formas de lucha' para lograr sus propósitos volvió a sembrar la incertidumbre ayer en Colombia. 'El ultimátum de 48 horas dado por el señor presidente cambia de manera unilateral lo sucedido en estos tres años y cierra las posibilidades del actual proceso [de paz]', rezaba el comunicado leído ayer públicamente por el comandante de la guerrilla Simón Trinidad. Las FARC han propuesto al presidente colombiano la celebración de un acto para hacer entrega formal al Gobierno de los cinco municipios incluidos en la zona de distensión, donde la guerrilla ha ejercido un control casi total.

Pastrana, que se ha dejado gran parte de su capital político en el diálogo con la guerrilla, ya había rechazado la noche del sábado la propuesta de negociación presentada por las FARC con la mediación de Naciones Unidas. Desde ese momento, según advirtió el presidente, el plazo para abandonar la zona de despeje ya había empezado a correr. Esta decisión de Pastrana desconcertó a quienes habían interpretado como una señal positiva las palabras del mediador de la ONU, James Lemoyne: 'Hay voluntad de paz'.

Pero el Ejército volverá a entrar esta noche en la zona neutral, mientras la guerrilla regresa a sus bases del interior, donde inició la lucha armada hace 37 años.