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Más de 2.000 piezas del Bellas Artes de Málaga continúan embaladas desde hace cuatro años

Las Administraciones Públicas sigue sin ceder un solo metro de la Aduana para el museo

En septiembre de 1997 el Palacio de Buenavista, donde se encontraba el Museo de Bellas Artes de Málaga, se cerró para comenzar el proyecto del Museo Picasso. Los fondos, 2.010 piezas, fueron trasladados al Palacio de la Aduana y poco después, se embalaron y almacenaron en el ático de dicho edificio, sede de la Subdelegación del Gobierno. Desde entonces continúan allí. Una plataforma ciudadana, que agrupa casi medio centenar de organizaciones sociales, políticas, vecinales, sindicales y culturales de la ciudad, lucha desde entonces para que la Aduana sea sede de este museo.

El año 2001 comenzó con una gran manifestación por las calles de Málaga que reunió a unas 6.000 personas con el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y miembros del Partido Popular (PP) a la cabeza, y terminó con el rechazo del Gobierno central a autorizar del uso compartido de este palacio.

Tras las movilizaciones de enero se frenó la Plataforma cedió en sus movilizaciones a petición del propio alcalde, que aseguraba que el problema del Bellas Artes ya estaba en los despachos de los Ministerios implicados, Cultura y Administraciones Públicas, y que era prudente abrir un compás de espera mientras se producían las conversaciones.

En febrero pasado, el PSOE, el PA e Izquierda Unida llevaron hasta el pleno del Congreso de los Diputados una proposición no de ley a través de la cual se proponía que el Palacio de la Aduana se convirtiera en sede definitiva de los fondos del Museo de Bellas Artes y Arqueológico de Málaga.

Durante el verano se levantó de nuevo la polvareda política en torno a este caso. El Partido Socialista, los andalucistas e Izquierda Unida, anunciaron una reunión con el Ministerio de Administraciones Públicas, de quien es titularidad este inmueble. Desde el Partido Popular malagueño se tachó la iniciativa de estrategia política: 'Es una estrategia perversa para liar este asunto en lugar de colaborar con las iniciativas serias y coherentes', dijo entonces el diputado provincial Diego Maldonado.

Sin embargo, desde el Partido Socialista se insistía en que el encuentro con el ministro Jesús Pasada respondía 'al deseo de conocer verdaderamente la postura real de Posada con respecto al tema de la Aduana'.

Hasta entonces, el alcalde de Málaga había coneguido que el Ministerio de Cultura admitiera la posibilidad de ubicar el Bellas Artes en la Aduana y cediera en su proyecto de ubicarlo en el Convento de la Trinidad, pero condicionado a la decisión definitiva del Ministerio de Administraciones Públicas, del que depende el edificio.

El departamento de Jesús Posada admitió que podría haber un uso compartido del edificio, pero aplazó las negociaciones hasta que el Ministerio de Interior decidiese trasladar la Comisaría de Policía ubicada en la planta baja de La Aduana.

El Ayuntamiento ofreció un edificio de nueva construcción junto al recién inaugurado túnel de La Alcazaba, pero esta opción ha sido rechazada por razones de seguridad. La plataforma ciudadana comienzó a ver algo de luz con la buena disposición del traslado de las dependencias policiales, que ocupan unos 2.400 metros cuadrados del Palacio, que tiene un total de 16.000. Pero recibió un jarro de agua fría cuando el Ministerio del Interior advirtió que será el uso administrativo el que prime sobre la cuestión museística.

Desde Madrid se sigue sin renunciar a la ubicación de los fondos en el Convento de la Trinidad. No obstante, la inversión prevista para la rehabilitación y adecuación del edificio en los seis primeros meses del 2001 no superó los dos millones de pesetas.

Tras el verano, la mayoría parlamentaria del Partido Popular impidió que el Congreso de los Diputados aprobara la demanda del compromiso firme para que la Aduana fuera museo. Era la segunda ocasión que esta comisión rechazaba una propuesta en relación al uso cultural del palacio. 'Hemos votado en contra no porque estemos en contra de que el Museo de Bellas Artes vaya a la Aduana, sino porque entendemos que una propuesta de este tipo es inoportuna cuando se está negociando con los ministerios implicados', explicó el diputado popular Manuel Atencia.

Desde el resto de formaciones, así como desde la Plataforma Ciudadana, se acusa al PP de doble lenguaje y de división dentro del partido.

Planta Baja

En los últimos meses del año el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, señaló en el Congreso que la Subdelegación del Gobierno se mantendrá en el Palacio de la Aduana, aunque se dejará la planta baja para Museo. El Ayuntamiento ofrece unas oficinas en el Mercado de la Merced para trasladar la Comisaría. 'En este momento hay una buena disposición por parte de la Dirección Ggeneral de la Policía de trasladar la comisaría a unas dependencias del Mercado que ha ofrecido el Ayuntamiento', dijo en sus últimas declaraciones el subdelegado Carlos Rubio. 'Hay que pensar que una vez que queden vacías las dependencias deberá ser el Ministerio de Cultura el que determine si se lleva a cabo o no la inversión en el Museo', añadió.

Sin embargo, en diciembre, el gobierno consideró poco viable instalar el Museo en la planta baja del edificio y poder hacer un uso compartido. 'Nosotros seguimos trabajando para intentar que en la Aduana quede el espacio suficiente para albergar el museo', dijo entonces Ana Rico, concejala de Cultura del Ayuntamiento malagueño tras las últimas noticias.

El balance del conflicto no puede ser más desalentador. Tras un año de reuniones, de promesas políticas y cambios de sentido, los fondos siguen en un ático sin fecha para que puedan ser colgados. 'No hay ningún avance. Estamos en la misma posición que estábamos antes tras cuatro años de lucha y 20.000 promesas', afirma la portavoz de la plataforma Mari Luz Reguero. 'Lo único que hemos conseguido es que, al parecer, la Comisaría se va y eso es algo que ya se hablaba desde hace años', añade. La próxima semana la comisión volverá a convocar nuevas movilizaciones.

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