El BBVA reúne en 'Del gótico a la Ilustración' cuatro siglos de pintura europea de sus fondos

La exposición Colección BBVA: Del gótico a la Ilustración muestra desde ayer en la sala de exposiciones de San Nicolás (plaza de San Nicolás, 4), en Bilbao, una selección de pinturas de los fondos propiedad del grupo bancario, que abarca los centros artísticos más importantes del continente europeo. El comisario de la muestra, el catedrático Alfonso Pérez Sánchez, destacó la variedad de estilos y géneros que presenta el conjunto de 60 cuadros. 'La exposición ofrece una visión impresionista de la vida europea a lo largo de cuatro siglos', dijo Pérez Sánchez.

Del gótico a la Ilustración, que el pasado otoño fue visitada en Madrid por más de 47.000 personas, presenta obras de las colecciones del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) que no habían sido mostradas al público con anterioridad. Los cuadros reunidos en la exposición, que permanecerá en Bilbao hasta el 10 de marzo, forman parte del patrimonio surgido de la fusión del BBV y Argentaria. Tras esta selección centrada en el arte antiguo, la Fundación BBVA organizará una muestra complementaria con la pintura de los siglos XIX y XX de sus fondos.

Alfonso Pérez Sánchez recordó la dificultad de encontrar un sentido unitario a unas colecciones de arte que carecieron de un programa de adquisiciones determinado. La procedencia de los fondos marca también diferencias. Mientras que las obras aportadas por Argentaria, fundamentalmente compradas por el Banco Exterior, han sido estudiadas, los fondos del BBV no han sido investigados y, hasta ahora, permanecían inéditos.

El comisario ha escogido piezas que abarcan las escuelas europeas desde finales del siglo XV al siglo XVIII, en un desfile de obras góticas, renacentistas, barrocas y de la Ilustración en el que han primado 'la virtud de la variedad' de estilos y géneros. El conjunto ofrece, añadió, una 'visión impresionista' de lo que fue la vida en los países europeos a lo largo de cuatro siglos, a través de los detalles recogidos en las pinturas. Pérez Sánchez reconoció que no son piezas 'excepcionalmente grandiosas', pero les dedicó el elogio de calificarlas dignas de 'estar colgadas en el Museo del Prado'.

El recorrido cronológico se abre con la tabla flamenca de finales del siglo XV La Educación de la virgen, que se presenta junto a piezas anónimas realizadas en otros puntos de Europa bajo la influencia del estilo imperante en Flandes.

La selección de pinturas renacentistas revela también rasgos de los maestros italianos en otras escuelas europeas. Entre los retratos de esta época, está el Felipe II atribuido a Antonio Moro, el creador del retrato de corte español, pero, en opinión del comisario, obra de su discípulo Alonso Sánchez Coello o de su circulo más inmediato.

El núcleo fundamental de la exposición lo forman las pinturas del siglo XVII. La exposición muestra ejemplos de las realizaciones de la escuela holandesa, poco representada en las colecciones públicas españolas. 'La pintura de Holanda, enemiga de España y rival en el mar', recordó Pérez Sánchez, 'fue ignorada voluntariamente'. Junto a los retratos, bodegones y escenas domesticas plasmadas por los artistas holandeses se exhibe Mercurio, de Albert Cuyp, calificada por Pérez Sánchez como una alegoría de la banca.

Del Siglo de Oro español está representadas, fundamentalmente, la pintura barroca madrileña, con obras de Carreño de Miranda, y la escuela sevillana, con dos pequeños cuadros de Murillo, entre otros autores.

En el cierre de la exposición destacan entre las vistas venecianas, copias de Canaletto, y retratos de pintores ingleses, dos pinturas de Francisco de Goya: Carlos III cazador y Don Pantaleón Pérez de Nenín, un comerciante bilbaíno que hizo una brillante carrera militar en la guerra de Independencia.

El comisario de la exposición reclamó la atención de los especialistas para aclarar los enigmas sobre la autoría o el significado que rodean algunas obras de la colección BBVA. Entre los misterios por descubrir está la interpretación de la sorprendente Adoración de los Reyes, de Juan de Espinal, en el que tres ancianos vestidos de monjes carmelitas ofrecen al niño Jesús, representado con la cintura rodeada de fuego, sus presentes en llamas, o el nombre del pintor que retrato al conde de Puñonrostro al estilo inglés. 'Son desafíos a los investigadores', dijo Pérez Sánchez.