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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Europa vista desde fuera

La idea de Europa, concebida a menudo como una cultura superior y, en consecuencia, pura y ajena a las influencias del exterior, ha dominado el mundo durante generaciones, prácticamente desde que en el siglo XVI el Viejo Continente impuso su superioridad económica, política y, consecuentemente, cultural.

Tratando de invertir estos principios, y sobre todo haciendo un llamamiento a la reflexión, el Museo Boijmans van Beuningen de Rotterdam invitó a 18 artistas no europeos a plasmar su imagen sobre Occidente. El resultado es Unpacking Europe (Desenvolver Europa), una muestra multimedia que aborda el eurocentrismo y la hegemonía europea desde fuera, a través de los ojos de 'los otros'.

UNPACKING EUROPE

Museo Boijmans van Beuningen Rotterdam (Holanda) Hasta el 24 de febrero

'A menudo se olvida que la cultura europea hunde sus raíces en otras civilizaciones, desde África hasta Rusia y desde Centroamérica hasta China', asegura el comisario de la exposición, el sudanés Salah Hassan, que parafraseando al pensador palestino Edward Said recuerda que 'el modernismo europeo tiene muchos padres'.

Los trabajos de los artistas, procedentes de los cuatro continentes, aspiran a demostrar que la identidad cultural europea no es 'dada' sino 'construida' en otras palabras, la Europa multicultural debe ser entendida no como una composición claramente delimitada de comunidades, sino como un lugar donde se cruzan y solapan culturas, donde las identidades híbridas y las nuevas etnias están en formación continua.

Con este objetivo trabajó la cubana Coco Fusco (1960) que plasmó en vídeo con ojos de espectadora 'desprovista de traumas políticos recientes' -como ella misma explica- su preocupación por la exclusión de 'el otro' en Cataluña, un fenómeno que, de una y otra manera, se manifiesta en casi toda Europa.

Los protagonistas de sus 22 minutos de cinta -voluntarios encontrados a través de un anuncio en el periódico nacidos en Cataluña, aunque de origen extranjero- muestran las frustraciones que les produce el rechazo de los autóctonos mientras tratan de entonar con perfecto acento y bastante poco éxito Els segadors, el himno catalán que por decisión de la Generalitat deberán aprender obligatoriamente todos los niños en el colegio.

Aproximándose a Europa con una crudeza que deja al descubierto las contradicciones existentes entre la historia oficial y la realidad de la vida diaria, donde la heterogeneidad y las cada vez mayores diferencias culturales son determinantes, los artistas de Unpacking Europe, desenvuelven Europa y desmoronan la imagen de un continente dominante y aislado del resto de las culturas. Sus trabajos, al igual que la compilación de ensayos que se publica junto al catálogo de la exposición, demuestran, a poco que se reflexione, que la frontera cultural entre Occidente y 'los otros' es, y ha sido a lo largo de la historia, mucho más vaga y porosa que lo que se imagina.

Para recordarlo, y ahondando en el colonialismo, el chino Ni Haifeng (1964) deja plasmado en sus fotografías su propio cuerpo, desnudo y tatuado con los motivos de las porcelanas chinas que, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, se exportaban hacia Europa como codiciado objeto de lujo.

A través de sus vídeos, fotografías, pinturas, esculturas e instalaciones multimedia, los artistas proponen elaborar un nuevo concepto de Europa como entidad cultural, económica y política fluida y dinámica, que absorba las diferencias e impida, en el nuevo contexto creado tras el 11 de septiembre, el regreso de la lucha de las civilizaciones.

En una batalla que parece darse por perdida, la china Shi Yong (1963) muestra la cara más desesperada de 'el otro', al concebir Europa como un castillo: un poder inamovible e impenetrable que ataca para luego replegarse y encerrarse en sí mismo en un intento de protección. 'El castillo se puede ver, pero no se puede entrar en él', ha explicado la artista, sintetizando el pensar de muchos inmigrantes. Su trabajo, un círculo negro proyectado en el suelo de una sala circular sobre el que se escribe la palabra 'bienvenido' en chino con luces rojas, dos veces, formando una cruz, el símbolo de Occidente. Tan pronto como el espectador intenta aproximarse al círculo se dispara una alarma que obliga a retroceder. 'Mi trabajo expresa la realidad pasiva. No hay más alternativa que esperar un permiso especial que te permita acceder al castillo', señala desesperanzada la artista.

Autorretrato de Ni Haifeng.
Autorretrato de Ni Haifeng.

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