Andalucía ha perdido tres puntos respecto a la media española de PIB por habitante desde 1991
Cinco provincias andaluzas encabezaron el crecimiento nacional entre 1995 y 1998
Andalucía ha perdido tres puntos respecto a la media nacional de Producto Interior Bruto por habitante desde 1991. El Consejo Económico y Social, en su primer informe anual, ha calificado de 'lenta' la convergencia con Europa. Una teoría criticada desde la Junta. Hay cifras para avalar ambas posturas: cinco provincias andaluzas fueron las de mayor crecimiento nacional entre 1995 y 1998, pero entre las seis provincias españolas con menor PIB por habitante, hay cinco andaluzas. La economía regional se acerca a la media europea en las coyunturas de crecimiento mundial y se aleja durante los estancamientos.
Andalucía, con un 4,5%, es la región española en la que más aumentó la población en la década de los 90, a excepción de Murcia. Puede pensarse que este crecimiento demográfico ha sido la razón del descenso de su nivel de desarrollo. Pero en 1998 las dos provincias que más han aumentado su población (Almería y Málaga) tuvieron el mejor Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de la región. Lo que llevaría a la conclusión de que la población aumenta en donde hay más riqueza y trabajo.
De los datos publicados por el servicio estadístico de la Unión Europea, Eurostat, se desprende que la convergencia andaluza con Europa es una línea quebrada. Renta nacional de España y su distribución provincial, una publicación clásica que el Banco de Bilbao inició en 1957, hizo en su última edición un estudio comparativo de lo que llamaba 'la convergencia real' de cada una de las regiones españolas con Europa. El BBVA utiliza el PIB por habitante como base de cálculo. En el caso andaluz establece tres períodos de convergencia con Europa: desde el inicio del Mercado Común hasta 1975, de la entrada de España en la CE a la crisis de 1991 y desde 1995 hasta ahora.
El importante crecimiento demográfico andaluz de los noventa ha estado liderado por el litoral mediterráneo. Almería, con un aumento del 12,59%, y Málaga con un 8,38%, ocupan el tercero y noveno lugar en la clasificación nacional. El ejemplo más fácil de lo contrario es Castilla y León, en donde todas las provincias han perdido población en la última década, excepto Valladolid que tiene los mismos habitantes que en 1991.
El BBVA establece que entre 1995 y 1998 la mayor tasa de crecimiento anual entre las provincias españolas se dio en Jaén (7,5) y en Córdoba (6,2) 'a consecuencia del aumento de la producción de aceite'. Las tres provincias siguientes son también andaluzas: Málaga (4,9), Huelva (4,8) y Cádiz (4,2). Sin embargo, a pesar de esta progresión, sólo dos provincias de la región tienen un PIB por habitante superior al 80% de la media española: Almería (82,4) y Málaga (81,3). Huelva (73) está en un punto intermedio y las otras cinco están -con Badajoz- entre las seis provincias españolas con menor PIB per cápita.
Sevilla pierde diez puntos
Desde 1991 la región ha perdido tres puntos respecto a la media española de desarrollo, según los datos del BBVA. El peor comportamiento relativo lo ha tenido Sevilla, que ha bajado diez puntos en este período, porcentaje similar al que ha ganado Almería.
El informe del CES hace una comparación europea y recoge que Andalucía, con un PIB por habitante de 58 sobre una media comunitaria de 100, ha sido sobrepasada por varias regiones españolas que tenían una situación parecida en el momento de la adhesión, y que ahora están claramente por delante, como Castilla La Mancha (67) o Galicia (76). También ha sido superada por regiones europeas, en especial el Alentejo (67) y el Algarve (76) en Portugal, que partían de una situación mucho peor en 1986. Las dos regiones portuguesas tienen una población conjunta de 860.600 habitantes, similar a la de una provincia andaluza media. (Por cierto, el dato de Galicia es 64 y está incorrecto en el texto del CES [76], confundido probablemente con el de Cantabria). Aunque el CES no lo recoge, es interesante destacar que hay regiones como el centro de Londres (243%) o el land de Hamburgo (186), que rebasan o se acercan al doble de la media comunitaria. Y hay regiones candidatas a integrarse en la UE, como Praga (115), que tienen el doble de PIB por habitante que Andalucía.
El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha puntualizado respecto a este informe, que 'el PIB ya no sirve para medir la convergencia con Europa'. Es cierto que es el dato que se utiliza como base para el reparto de fondos estructurales, de los que Andalucía ha recibido alrededor de 2,6 billones de pesetas (incluido el fondo de cohesión), desde que España ingresó en la Comunidad Europea hasta final de este año, para las infraestructuras, proyectos de medio ambiente, formación profesional y modernización agraria y pesquera. Pero el propio servicio de estudios de Eurostat, en el anuario de 2001, precisa que 'el PIB por habitante no permite afirmar que una región es más rica que otra'.
El Instituto San Telmo ha publicado hace dos meses un estudio según el cual Andalucía es la región española que más población, PIB y empleo ha aportado a la economía nacional en términos absolutos entre 1985 y 1998. Este informe ha sido citado como referente por Chaves y su consejera de Economía, Magdalena Álvarez. La consejera insiste en que la renta familiar disponible, la facturación de las empresas y la apertura al exterior dibujan un mejor panorama de la economía regional.
Crece la población activa
Dionisio Valverde, secretario de Política Institucional de la UGT de Andalucía y vicepresidente del CES, destaca 'que se han creado en la región 350.000 empleos desde 1986, y se han incorporado 170.000 personas al mercado de trabajo'. La población activa andaluza no para de crecer: ha pasado de ser un 16,34% del conjunto nacional en 1988 al 17,23% en 1999. Pero a pesar de este aumento de casi un punto en una década, la aportación andaluza al valor añadido bruto español se ha mantenido constante. Lo que significa que la economía andaluza ha perdido productividad.
Sobre el impacto de los fondos estructurales y de cohesión en Andalucía, un estudio encargado por la Consejería de Economía, estableció que los fondos europeos permitieron un crecimiento añadido del 1% del PIB regional entre 1994 y 1999. Uno de los autores de ese trabajo, el profesor Angel de la Fuente, vicepresidente del Instituto de Análisis de Barcelona, ha hecho un análisis sobre el saldo fiscal de las regiones españolas. Según sus datos, durante la década de los 90 Andalucía recibió del Estado casi un billón de pesetas más al año de lo que aportó como impuestos. Pero por habitante, Extremadura recibió más del doble, Asturias un 60% por encima y Castilla La Mancha, un 22,5% más.
En estas cuentas están añadidas todos los fondos europeos, incluidos los casi 3 billones de ayudas a la producción agraria que la región recibió desde la entrada de España en la UE en 1986 hasta final de este año. Una cifra importante en términos absolutos, que sin embargo no hace justicia a la potencia de su agricultura.
Mucho empleo sumergido
Andalucía sigue estando a la cabeza de las cifras oficiales de paro de la UE, con un 26,84% en 1999, según Eurostat. El índice de paro de los competidores reseñados en el informe del CES es sensiblemente inferior: Galicia, 16,76; Castilla La Mancha, 15,58; Alentejo, 6,67, y Algarve, 3,74 . Esto ocurre porque Andalucía tiene una tasa de empleo respecto a su población en edad de trabajar que es de las más bajas de la UE y que está netamente por debajo de cualquiera de las 53 regiones de los diez países candidatos. En su informe, el CES señala además que en temporalidad, siniestralidad y salarios los trabajadores andaluces están en peores condiciones que la media española. La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada en Niza hace un año estableció el objetivo para 2010 de una tasa de empleo 'lo más cercana posible al 70%' para el conjunto de la población. Este es quizá el punto en el que Andalucía, con 45,19% (el informe del CES ofrece un dato peor, citando la EPA de finales de 2000: sólo un 38% de tasa de ocupación entre las personas en edad de trabajar), diverge más de la media europea, situada ahora en el 63%. En el porcentaje de mujeres con un empleo, Andalucía (30,09%), tiene la peor cifra de España en 2000 y una de las peores de la UE. Sólo algunas regiones italianas están detrás. Alentejo y Algarve tienen el doble de tasa de ocupación. En el terreno de la economía sumergida no hay estadísticas, pero un trabajo realizado en 1996 por Analistas Económicos de Andalucía, el servicio de estudios de Unicaja, recogía que en 1993 la estimación del PIB irregular andaluz fue de 1,7 billones de pesetas, frente a un producto interior bruto oficial de 7,8 billones. En España una sexta parte de la producción se habría hecho en negro.
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