Entra en vigor la ordenanza municipal que permite a los bares instalar terrazas en la calle durante todo el año

El paisaje de terrazas que toma las calles de la capital durante las calurosas noches de verano amenaza con extenderse a los 12 meses del año. La nueva ordenanza de terrazas del Ayuntamiento, aprobada en el pleno municipal del pasado noviembre, entró en vigor el martes de esta semana, y permitirá a los locales (salvo bares de copas y discotecas) instalar terrazas durante todo el año previa solicitud y concesión municipal del permiso pertinente, según informaron a Efe fuentes del Consistorio. Hasta ahora, las mesas en plena calle sólo podían instalarse a partir de marzo y hasta finales de octubre, aunque su actividad fundamental se desarrollaba durante los meses de estío.

En cualquier caso, no todos los bares que quieran poner terraza durante todo el año podrán hacerlo automáticamente, sino que deberán cumplir unos requisitos medioambientales más estrictos de los requeridos en años anteriores para las terrazas de temporada.

La autorización deberá pedirse en las juntas del distrito en el que se encuentre el bar, y los técnicos municipales comprobarán que los solicitantes cumplen los requisitos exigidos en la norma antes de dar el visto bueno a la nueva instalación, tanto en el caso de que los dueños del bar ya tuvieran permiso para la terraza de verano como para aquellos que careciesen de dicha licencia.

Además, todas las solicitudes para instalar un establecimiento de este tipo en la calle tendrán que contar con un informe de calificación ambiental que garantice que no se producirán molestias a los vecinos, a excepción de los bares de copas y discotecas, que no podrán instalarlos en ningún caso. La publicidad en el mobiliario queda prohibida en las terrazas ubicadas en el centro histórico de la capital.

El nuevo texto recoge también la obligación de escuchar, antes de conceder los permisos, tanto a las comunidades de vecinos como a los ciudadanos afectados, a través del trámite de información pública, cuando se trate de nuevas terrazas y macroterrazas. Estas últimas, además, no podrán estar a menos de 200 metros de los dormitorios de los vecinos.

La calificación ambiental también podrá limitar el periodo de funcionamiento del establecimiento (todo el año o sólo parte de él). Los quioscos con música deberán mantener una distancia mínima de 100 metros a las viviendas y, aún así, tendrán que apagar la música a medianoche.