Quejas vecinales por la duración de las obras en el barrio de Les Corts

El distrito barcelonés de Les Corts ha acometido en los últimos años una política de reordenación urbana tendente a mejorar la calidad de vida de los vecinos. El resultado es una mejora del conjunto del barrio. Sin embargo, los vecinos protestan. El motivo no es otro que la lentitud en las obras. Esta misma semana empezarán las destinadas a mejorar unos 200 metros de la calle de Galileu, entre la avenida de Madrid y la Travessera de Les Corts. Total: 5.050 metros cuadrados. Siete meses de obras. A menos de 25 metros por día.

Quien conociera Les Corts de hace apenas 20 años y tratara de pasear hoy por el distrito se llevaría no pocas sorpresas. El barrio ha logrado una rambla sobre la ronda del Mig (una vieja herida de la etapa porciolista que dividía el distrito en dos partes casi incomunicadas): 755 metros lineales de paseo, con una superficie total de 33.500 metros cuadrados. Y sigue trabajando en la cobertura del tramo por encima de la Travessera de Les Corts, en un intento de recuperar el antiguo paseo sombreado de palmeras que existió en la década de 1960 y que permitía ir desde la carretera de Sants hasta el viejo campo de Sarrià, pasando por una deliciosa plaza, hoy desparecida, que se llamaba plaza del Niño.

El paseo actual se llena los fines de semana con sol de personas que recuperan el gusto por el espacio público: familias enteras recorren la nueva avenida, aún inconclusa, pese a que lleva más de seis años de obras ya que los trabajos se han hecho por fases. Cuando terminen (falta aún más de un año) podrán pasear desde la plaza de Cerdà hasta la Diagonal.

En la misma zona del barrio de Les Corts se acaba de ampliar una parte de la acera de la avenida de Madrid, entre Collblanc y la propia ronda del Mig. Una obra que convierte la vía en una avenida más apta para el peatón. Se trata de una calle especialmente ancha, en comparación con el resto de la trama del barrio, pero sus aceras eran más estrechas que las de algunas calles del Eixample.

Está también previsto un adecentamiento general del casco más antiguo del barrio, situado en torno a la plaza de la Concòrdia y llamado a convertirse en un corredor semipeatonal entre dos grandes centros comerciales: el Corte Inglés y la Illa. Además, se ha convertido la calle de Joan Güell en una avenida con grandes espacios para los peatones, aunque la falta de control hace que el aparcamiento en doble fila sea casi permanente.

No paran ahí las mejoras previstas en el distrito: la calle de Galileu, que en el tramo que va desde la plaza de Sants hasta la avenida de Madrid ya fue mejorada hace un par de años, verá como esa mejora se prolonga hasta la Travessera de Les Corts. Las aceras permitirán el paseo y dispondrán de mojones metálicos para evitar la tentación de algunos conductores de utilizarlas como aparcamiento. Al mismo tiempo, se plantarán dos hileras de árboles.

Son mejoras que cuentan con la aceptación general de los residentes en el barrio, pero critiquen los plazos para realizarlas. Las obras de la calle de Galileu deben empezar esta misma semana y la fecha de finalización prevista es el 31 de julio: siete meses. Es decir, 210 días para una actuación menor, con un coste global de 474.799,56 euros (unos 79 millones de pesetas).

La superficie que se va a tratar es de 5.050 metros cuadrados. Un solo operario que cubriera 25 metros diarios terminaría antes de lo anunciado por el distrito.

Cambios de dirección

Las obras supondrán cortes en el tráfico en una calle en la que hay comercios directamente vinculados al tránsito como una gasolinera, una empresa de alquiler de vehículos, una firma de venta de coches y varios talleres mecánicos. El distrito asegura que tratará de realizar las obras en menos tiempo. El concejal Jordi Hereu cree que los trabajos no durarán más de cinco meses, pero para curarse en salud se ha establecido el plazo en siete y así se ha comunicado a los vecinos.

Las comunicaciones no incluyen información sobre los cambios de sentido en el tráfico de paso o en el local. Un portavoz del distrito explicó que se notificarán sobre la marcha, cuando sean necesarios, y que se garantice el acceso a los particulares que viven o trabajan en la zona y tienen sus aparcamientos con paso obligado por Galileu. El distrito afirma que se ha enviado a los vecinos una carta explicativa, pero este diario no ha localizado a un solo residente que la haya recibido.

Los vecinos no confían en exceso en los técnicos municiples. 'Las obras de Joan Güell son estupendas, pero había días que allí no trabajaba nadie y muchos, no más de media docena de personas', afirma un vecino de Galileu que añade: 'En lo gordo, el distrito actúa bien, pero los detalles se le escapan'.

Otro vecino cita uno de esos detalles: en la acera de la avenida de Madrid había, el pasado 27 de diciembre, un cartel que señalaba que Carles III estaba cortada al tráfico y que los conductores tenían que desviarse por Galileu. Un cartel similar se hallaba en esta misma calle para señalar a los vehículos que para llegar a la Diagonal debían seguir recto y no girar en la avenida de Madrid, debido al corte en Carles III. Esta avenida había sido abierta en septiembre e inaugurada oficialmente por el alcalde, Joan Clos, el 25 de noviembre. 'Hicieron la gran obra y la hicieron bien. Se olvidaron de quitar los carteles que daban información falsa a los conductores', decía el mismo vecino, con lo que siguieron desviando por calles estrechas un tráfico que podía haber ido por vías mucho más anchas.