Frases como relámpagos
Seis de los grandes
James Ellroy ( Ediciones B)
Hay aquí grandes víctimas: los Kennedy y Martin Luther King, además de todos los muertos periféricos necesarios para la salvación de los asesinos, en los Estados Unidos de los años sesenta y la guerra del Vietnam. Los policías y los criminales son uña y carne y pueden haberse abrazado un segundo antes de separar carne y uña con unos alicates. La lengua del mundo de Ellroy es un idioma que ha estallado: frases relámpago como titulares de avance de noticias televisivas, real, aunque no existe sensación de que lo que cuenta el escritor estadounidense sea verdad, sino de que es irreal la vida que cuentan los noticiarios.
Cosecha de hielo
Scott Phillips (Mondadori)
Es una espléndida novela de navidades: la nochebuena de un abogado de Wichita (Estados Unidos) a punto de huir con un socio y una maleta de dinero que pertenece a su jefe. Descubre con cierto humor el horroroso desamparo navideño, cuando incluso cierran los antros nocturnos y sólo quedan las cenas en familia, y aparecen cadáveres y dedos cortados, y espera el posible paraíso de una mujer fatal, húngara o lituana, de película. Entonces dos socios católicos se matan entre sí después de averiguar que los delitos legales no bastan y el crimen alivia el aburrimiento de la vida provinciana. Es la primera novela de Scott Phillips.
Una conspiración de papel
David Liss (Alfaguara)
Se trata de la presentación del investigador privado Benjamin Weaver, judío en la cristiana Inglaterra de 1719, en los primeros años de la dinastía Hannover. Estamos en la Inglaterra corrupta de Walpole, en la calle de la Bolsa: ha habido un suicidio y un accidente de tráfico, dos muertos accidentales. ¿Son dos crímenes? Weaver, el investigador, sin familia ni propiedad, soluble en todas las capas sociales, ve irónicamente en el asesinato la estricta lógica del beneficio económico: los malos criminales sólo son desastrosos negociantes que no saben especular con las costumbres y la ley.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.