Rumba y 'techno' en vez de villancicos

En estas fechas supuestamente tan indicadas para ser disfrutadas en familia, también hay artistas que no se arredran a enfrentarse a varios cientos de kilómetros para sostener su carrera y que no deje de sonar su música. Es el caso de Kiko Veneno, quien esta noche vierte, en vez de villancicos, su pop rumbero, entre inocente y jocoso, en el Cinema Ermua de esta localidad vizcaína. El cantante de Figueres, aunque afincado en Andalucía desde los dos años, ha publicado recientemente dos discos: el recopilatorio Un ratito de gloria y La familia pollo, su décima entrega en estudio. De ambos se nutre, sobre todo, actual repertorio.

Desde Madrid llega Fangoria a la sala Azkena de Vitoria. El dúo encabezado por la mexicana, aunque afincada en Madrid, Olvido Gara, Alaska, presentará allí mañana las canciones de su último disco, Naturaleza muerta, ante una audiencia ávida de música electrónica, imagen poco convencional, rozando lo kistch, y aureola petarda. La antigua componente de Kaka De Luxe, Pegamoides y Dinarama, antaño paradigma punki, se ha reconvertido en estandarte de la música electrónica facturada en España y es capaz de adaptar en su último trabajo Ese hombre, la canción de Manuel Alejandro que popularizó Rocío Jurado. El cartel de su concierto también incluye los nombres de Calígula 2000 y The Mexican Acid Queen. No son otros dos grupos, son las identidades que adoptan Nacho Canut y Alaska, respectivamente, cuando pinchan música.

Los prometedores Hush tocan esta noche en el Crazy Horse con el grupo Red House

La sala Crazy Horse de Bilbao rompe esta noche su agradecida costumbre de ofrecer conciertos gratuitos para tener sobre su escenario a Red House, conjunto que se alimenta, entre otras influencias, de rhythm and blues, blues, soul, rock de carretera, funk, booggie. La banda está encabezada por el cantante Jeff Espinoza y el guitarrista Francisco Simón, quien muestra su destreza durante los entreactos del televisivo Caiga Quien Caiga, y sigue teniendo como última entrega el disco Hold on!

Antes que Red House saldrá a escena Hush, cuarteto que se perfila como una de las grandes promesas del panorama musical vasco gracias a su dominio de géneros enraizados como el rhythm and blues, y a guiños a superclases como Jimi Hendrix o Stevie Ray Vaughan.

'Somos los Bonzos. Somos el problema vasco. Somos el orgullo de Bilbao'. Probablemente, estas palabras indiquen el comienzo del concierto programado para esta noche en la sala Azkena de Bilbao, una velada que supone el regreso a los escenarios, tras dos años de parón, de Bonzos. El cuarteto getxotarra de punk rock, que en su primera etapa publicó un larga duración (341 Broome St.), grabado en Nueva York con Andy Shernoff (Dictators) a los controles, y un minicedé (Re-action) ha escogido para reaparecer el día de los Santos Inocentes, el mismo en el que hace seis años ofrecieron su primera actuación. La banda continúa encabezada por el guitarrista y cantante Juan Carlos Parlange, quien también capitaneara Los Clavos, banda precursora del rock en Getxo. 'Somos una banda de punk rock muy orgullosa de serlo. En el grupo hay cierta tendencia a rockerizar el futuro, pero, honestamente, yo sigo teniendo mi mente y mi corazón en el 'one, two, three, four!' ramoniano', ha manifestado el músico, que sigue sin disimular su admiración por los Ramones.

Dos coliseos vizcaínos, los de Barakaldo y Santurtzi, adelantarán el tradicional concierto de Año Nuevo. El baracaldés acoge el próximo lunes una actuación gratuita de la Orquesta de la Ópera de Kiev. Mientras, en el Serantes Kultur Aretoa resonarán el domingo los valses y polkas que presiden el repertorio de la Prague Strauss Orchestra. Dirigida por Gunnar Harms, sus 40 músicos despedirán el año interpretando piezas tan incontestablemente clásicas como El Danubio azul.

Al Teatro Barakaldo le toca este fin de semana acoger también el espectáculo mudo Slastic. El conocido montaje, del que la compañía Tricicle, su creadora, realizó 935 representaciones tras su estreno, hace ya 15 años, es puesto actualmente en escena por la compañía Clownic. Los actores Gregor Acuña, Xavier Casals y Eduard Méndez tienen la responsabilidad de reproducir fielmente el publirreportaje, de hora y media de duración, sobre la ficticia marca Slastic en el que se busca la risa del público planteando sucesivas parodias sobre el mundo del deporte. Eso sí, la dirección de esta obra, recompensada en su día con el parisiense premio Edith Piaf al Mejor Espectáculo Extranjero, aún corre por cuenta de Tricicle.

La cartelera teatral incluye también el montaje que representa actualmente la compañía dirigida por el argentino Adrián Daumas. El Teatro Principal de San Sebastián es el que acoge, hasta el próximo domingo, cuatro representaciones de El triunfo del amor, pieza original de Pierre Carlet de Marivaux que cuenta con Lilian Caro como actriz protagonista. El texto, que deja al descubierto la hipocresía que muchas veces preside las relaciones humanas, data del siglo XVII, pero según Daumas 'sigue vigente, porque los mecanismos de funcionamiento de las personas no han cambiado mucho'.

Finalmente, los aficionados a las cabriolas tienen una cita interesante en el Palacio Euskalduna de Bilbao, que presta su espacio aéreo al circo Ocelot. Una veintena de atletas polacos ofrece dos horas de show con clara vocación multidisciplinar. 'Es un programa artístico-acrobático basado en una combinación de deporte, acrobacia, gimnasia acrobática, danza, teatro y música', señala sobre The spirit of artistics la documentación difundida por el promotor.