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Entrevista:ALAN MILBURN | Ministro de Sanidad británico

'Usaremos centros privados para dar asistencia pública'

La promesa de reformar la asistencia sanitaria fue clave en la victoria laborista en las elecciones de junio pasado en el Reino Unido. Como ministro de Sanidad, Alan Milburn es el encargado de cumplir la misión de revitalizar un Sistema Nacional de Salud (NHS) que varias décadas de gobiernos conservadores dejaron casi en ruinas. Milburn, de 43 años, defiende con entusiasmo los dos pilares de la reforma: el aumento presupuestario y la descentralización del sistema. Este político laborista es también el impulsor del reclutamiento de varios centenares de médicos y enfermeras españolas que, asegura, han llevado 'un soplo de aire fresco' a los hospitales británicos.

Pregunta. Mucha gente piensa que Margaret Thatcher estuvo a punto de destruir el sistema británico de salud. ¿Cómo piensa Tony Blair reconstruirlo?

'Las enfermeras españolas han traído aire fresco a los hospitales británicos'

Respuesta. Hay dos cosas importantes que queremos hacer: aumentar la inversión y reformar el sistema. Nuestro Servicio Nacional de Salud (NHS) ha tenido tradicionalmente pocos recursos. Tenemos pocos médicos, pocas enfermeras, pocas camas de hospital. Hace dos años anunciamos un compromiso histórico para incrementar el nivel de recursos del NHS, y hoy están creciendo a un ritmo del 6% anual en términos reales, por encima de la inflación. En las últimas décadas hemos gastado mucho menos que otros países, entre ellos España, y que la media europea. Para recuperar el terreno perdido es preciso invertir.

Lo segundo que queremos hacer es reformar el sistema. El NHS es una industria estatal a la vieja usanza, con unas estructuras heredadas, en muchos casos, de los años cuarenta. Debemos construir un sistema más equitativo y que responda mejor a las necesidades de la gente. La principal debilidad del sistema actual es que obliga a los enfermos a esperar demasiado tiempo para recibir tratamiento.

P. ¿Qué van a hacer para conseguirlo?

R. Lo primero, expandir la capacidad del sistema, y ello significa, sobre todo, aumentar el personal. Desde que el Partido Laborista llegó al poder, en 1997, hay 7.000 médicos más y 17.000 nuevas enfermeras, y tenemos planes muy ambiciosos para formar muchos más. Nos hemos comprometido a incrementar en una tercera parte las plazas universitarias de médicos entre 1997 y 2003. La formación de enfermeras está creciendo en 5.500 plazas al año. Formar médicos y enfermeras lleva tiempo, y con el propósito de llenar los espacios vacíos pusimos en marcha el programa de colaboración con el Gobierno español para llevar médicos y enfermeras españolas al Reino Unido.

P. ¿Cuántos profesionales españoles trabajan en su país?

R. Firmamos el acuerdo con la ministra Celia Villalobos hace algo más de un año. Hasta ahora hemos ofrecido un puesto a casi 400 enfermeras y 40 médicos de hospital. El otro día conversé con algunos médicos españoles y son fantásticos.

P. ¿Está satisfecho con los resultados del programa?

R. Las enfermeras han sido muy bien recibidas por los hospitales, los pacientes y las comunidades locales. Han sido un soplo de aire fresco para los hospitales en los que trabajan, y creo que pasará lo mismo con los médicos. Son jóvenes, tienen energía, entusiasmo... y muchas ganas de trabajar en el NHS. Ya tenemos 278 enfermeras y otras 120 se van a incorporar pronto. También estamos reclutando personal en Alemania y EE UU. Nuestro problema no es de dinero, sino de capacidad: tenemos hospitales muy viejos.

P. ¿Qué papel va a desempeñar el sector privado en la reforma sanitaria británica?

R. Queremos utilizar hospitales privados para dar tratamiento a los pacientes del NHS. Es un cambio radical. Tradicionalmente, el NHS ha funcionado como un monopolio de prestación de servicios sanitarios y creo que la tendencia actual es convertirnos en un monopolio de adquisición de servicios, es decir, que habrá una pluralidad de prestadores. Algunos pacientes estarán en el sector privado, la mayoría en el público. Pero lo que importa es que el paciente reciba un tratamiento acorde con los principios del NHS: gratuito y con buenos estándares.

P. Otro de los objetivos de su plan es la descentralización.

R. Queremos que los responsables de la prestación de los servicios sanitarios tengan una mayor participación en la asignación de recursos. El objetivo es transferir más competencias a los servicios locales de salud, los Primary Care Trusts. En 2004 controlarán el 75% del presupuesto total del NHS y ellos decidirán en qué se gasta el dinero.

P. ¿Cómo funcionan esos servicios?

R. Están integrados por médicos de familia y enfermeras de una zona con 100.000 o 150.000 habitantes. Su misión es supervisar la asistencia primaria y el funcionamiento de los hospitales y controlar el presupuesto.

P. ¿Van a poner en marcha un nuevo sistema de calificaciones e incentivos?

R. Por primera vez, intentamos evaluar cada servicio según sus resultados clínicos, el tiempo de espera, cómo son tratados los pacientes y qué personal ha intervenido en su tratamiento, y luego les otorgamos una calificación. No nos sorprende que algunos hayan tenido buenos resultados y otros no. Y ello no depende del dinero, sino de la organización y la gestión. Los buenos hospitales deben recibir más recursos y más libertad para expandirse. Los malos deberían contar con más recursos y con más ayuda para cambiar su gestión y organización.

Alan Milburn, ministro de Sanidad británico.
Alan Milburn, ministro de Sanidad británico.ASSOCIATED PRESS

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