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El peor año de Pedro Rodríguez

El alcalde del PP se encuentra acosado por los casos que tiene en los tribunales y la deuda municipal de 35.000 millones

Pedro Rodríguez consiguió en las elecciones municipales de 1999 que la lista a la alcaldía de Huelva que él encabezaba, por el PP, fuese la segunda, porcentualmente, más votada de España. Rodríguez, un empresario que entró por casualidad en política en 1995, se creció con el aval que le otorgó el electorado. Sus allegados llegaron a comentar que más que un político parecía un mito en Huelva. El alcalde acudía a las barriadas con estampitas de la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad, que repartía entre los vecinos, y los bolsillos llenos de monedas de 20 duros, que entregaba a los niños.

Sus irrupciones en los bares de la capital suponían un acontecimiento e inundaba con su imagen de hombre simpático, emprendedor y poderoso. Enamorado de Huelva y de sus tradiciones, Rodríguez paladeaba el éxito y relataba a unos y otros sus triunfos. En cierta ocasión llegó a decir: 'He ido al hospital a visitar a un amigo, y de pronto una viejecita muy enferma se asomó a la puerta de su habitación para que le estrechara la mano'. Rodríguez se quedó estupefacto ante la pregunta, llena de ironía, de su interlocutora, alto cargo en la Diputación onubense: '¿Y esa mujer sanó al contacto con su mano?'.

Pero el alcalde onubense recordará 2001 como un año lleno de contratiempos. La sucesión de problemas judiciales y la desatado deuda de las arcas municipales, cifrada por la oposición en 35.000 millones de pesetas, han colocado a Pedro Rodríguez y a su equipo a la defensiva. El Ayuntamiento tiene ya acreedores en todas las esquinas y Rodríguez, por los problemas judiciales, pasea por la ciudad como un presunto inocente.

El problema más duro ha sido el caso Isla Chica: la venta de los terrenos del estadio Colombino a la inmobiliaria Odeinsa por 2.700 millones de pesetas para la construcción de viviendas. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha abierto una investigación sobre esa operación, en la que Rodríguez aparece como imputado por los supuestos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude en la contratación y contra la ordenación del territorio.

El alcalde ha insistido siempre en que realizó la operación con la única finalidad de salvar al Recreativo de Huelva. Esta semana manifestaba a la Cadena SER: 'Algunos no quieren lo mejor para esta ciudad. Todo el mundo está de acuerdo con la operación urbanística realizada para la construcción del nuevo estadio, menos unos pocos. En otras ciudades, cuando un alcalde hace cosas así, le dan medallas. Aquí me llevan a los tribunales'.

Pero los problemas judiciales se le han acumulado a Rodríguez. El TSJA también ha abierto una investigación por el denominado caso del alumbrado de las Fiestas Colombinas: la empresa Ximénez SA comenzó el pasado julio la instalación del tendido eléctrico varios días antes de que se abriesen las plicas con el nombre de las empresas aspirantes al concurso.

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También ha llegado a los tribunales el caso de los exámenes trucados del Patronato de Desarrollo Local (PDL). Días antes de celebrarse esas pruebas por la ciudad circuló un anónimo con el nombre de las personas que finalmente resultaron seleccionadas, todas vinculadas al PP.

Francisco Nieves, concejal independiente y ex dirigente del PP, considera que 'a Pedro Rodríguez se le han caído parte de las máscaras que tenía puestas. Ahora se está comprobando que este alcalde no sólo carece de honradez, sino que es una mala persona. Gobierna de espaldas a la ciudad, fijándose únicamente en sus intereses particulares y en la especulación urbanística'.

Y es que Nieves y Rodríguez se las han tenido tiesas desde que el primero abandonó el PP. El alcalde le negó el acceso a un despacho propio, a teléfono o a fax en el Ayuntamiento. Finalmente, el TSJA ha reconocido a Nieves la posibilidad de constituirse en grupo mixto y tener los mismos derechos que el resto de los ediles.

'Un cortijo particular'

Por su parte, el portavoz de IU, Manuel Rodríguez,está convencido de que el alcalde perdió el rumbo político cuando obtuvo la holgada mayoría absoluta. 'Desde entonces ha entendido la ciudad y el Ayuntamiento como un cortijo particular. Y eso entra en colisión con lo que es la democracia en cualquier institución'.

Para IU, el gran problema del alcalde ha consistido en que 'ha creído que Huelva es suya y ha intentado apoderarse de esta ciudad. Ha metido reiteradamente la pata en asuntos importantes para Huelva al buscar imponer su voluntad política contra corriente, contra la sociedad onubense e, incluso, contra la democracia y las leyes'.

La estrella de Rodríguez, pues, ha empezado a ecliparse en 2001, según la oposición. El alcalde y sus concejales ya no transmiten los destellos de otros tiempos. A veces, en los días de reveses judiciales, cuando se reúnen como es habitual en un bar del centro de Huelva, más bien parecen personajes del último libro publicado por el portavoz municipal socialista, José Juan Díaz Trillo, que se titula El café de los tristes.

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