Las parejas de hecho homosexuales podrán acoger niños y acceder a prestaciones sociales en Andalucía
La ley andaluza otorgará derechos hasta ahora vetados a unos 700.000 gays y lesbianas
Las parejas de hecho, ya sean de igual o distinto sexo, podrán acoger menores en Andalucía. Es la principal novedad del anteproyecto de ley de parejas de hecho de la Consejería de Asuntos Sociales, que también garantizará su acceso a las prestaciones sociales de la Junta. El borrador ha superado ya el trámite del Consejo Económico y Social, que dio su visto bueno con un voto particular en contra de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). La Federación Andaluza de Asociaciones de Lesbianas y Gays Colegas critica a la patronal por 'intentar coartar los derechos de muchos andaluces'.
El anteproyecto sobre las parejas de hecho pretende regular los nuevos modelos familiares que conviven en la sociedad andaluza junto a las uniones convencionales y equipararlos en derechos, aunque al tratarse de una norma autonómica posee un ámbito limitado legislativo. La Junta, sin embargo, puede legislar en materia de acogimientos familiares de menores, simples o permanentes, que constituye la medida de más calado del borrador elaborado por Asuntos Sociales.
El texto, tras haber superado el trámite del Consejo Económico y Social (CES) -un órgano consultivo de la Administración autonómica-, será remitido al Consejo Consultivo y podría ser aprobado en febrero por el Consejo de Gobierno. El dictamen del CES sostiene que la iniciativa legal resulta especialmente útil como 'instrumento para el reconocimiento gradual de una realidad hasta ahora ignorada y discriminada', en alusión a las parejas del mismo sexo.
Contra el dictamen favorable del CES votó la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) que, entre otros argumentos, considera que el órgano consultivo podría 'excederse' en sus funciones al recomendar que el Gobierno andaluz requiriese al central para acometer reformas legislativas que permitiesen el matrimonio entre personas de igual sexo.
La federación Colegas considera esta posición de la patronal 'poco acertada' y señala que 'coarta los derechos de muchos andaluces, entre ellos empresarios de la CEA'. Su presidente, Rafael Salazar ha solicitado una entrevista con el presidente de la CEA, Rafael Álvarez Colunga, para que le exponga las razones del rechazo al anteproyecto legal.
Convivir en residencias
El documento equipara los derechos de las parejas de hecho, sean de igual o distinto sexo, a los que poseen los matrimonios dentro del ámbito competencial de la Junta. En concreto permitirá que puedan solicitar acogimientos, simples o permanentes, de menores; el acceso a las prestaciones sociales que dependen de la Comunidad Autónoma; la convivencia en residencias de personas mayores o la rehabilitación de drogodependencias sustentada sobre la pareja.
Para optar a cualquiera de ellos, las parejas tendrán que estar inscritas en un registro, que podrá estar descentralizado en los municipios pero que será coordinado por la Administración andaluza. Para anotarse en el mismo no será necesario acreditar un plazo mínimo de convivencia, que fue una de las demandas de la federación Colegas.
En su dictamen, el CES propone la 'integración' de las inscripciones y la 'homologación' de los numerosos registros que existen en los ayuntamientos para que sean análogos al de la Junta. En el actual registro de parejas de hecho autonómico de la Consejería de Justicia están inscritas alrededor de 700 uniones, formadas en el 90% por heterosexuales, pero además numerosos ayuntamientos poseen también registros locales. Colegas calcula que en Andalucía residen unos 700.000 gays y lesbianas, que se beneficiarán directamente de la ley, al igual que los heterosexuales que eligen fórmulas de convivencia alternativas al matrimonio.
Salazar elogia la iniciativa de Asuntos Sociales, que en la práctica equipara los derechos hasta su 'techo competencial', pero reclama que se acompañe de medidas de formación, educación y difusión para que resulte eficaz. No obstante, el objetivo de los colectivos de gays y lesbianas es lograr el reconocimiento del matrimonio civil, que depende de la voluntad del Gobierno centrl, para equipar los derechos de los ciudadanos con independencia de su opción sexual y evitar una dispersión de situaciones jurídicas hacia la que se avanza.
'Servirá para que la sociedad visualice que no es una perversión'
Pablo Morterero Millán y Norberto Gómez del Valle, administrativos, 33 años, constituyen una de las pocas parejas de hecho homosexuales que se han inscrito en el registro autonómico de la Consejería de Justicia. Lo hicieron hace un año, justo en el ecuador de su relación. A Norberto le sirvió para poder justificar en su centro de trabajo que convivía de forma estable y disponer del permiso de 25 días de vacaciones, reservado en el convenio laboral a quienes se casan o forman una pareja de hecho. Es de los pocos efectos prácticos del actual registro, lo que ha contribuido a desincentivar las inscripciones. La aprobación de la ley de parejas de hecho en Andalucía reforzará la efectividad del registro, que servirá para demostrar la convivencia y, en consecuencia, acceder en igualdad de condiciones que un matrimonio a una serie de derechos sobre los que legisla la Junta de Andalucía. El acogimiento de menores es uno de ellos. Pablo y Norberto son muy conscientes de que el acogimiento no es igual que una adopción. 'El acogimiento, además del interés de tener un niño, lleva implícito un afán de ayuda porque hay niños con necesidades especiales', señala Norberto Gómez. Su regulación, sin embargo, tendrá la ventaja de que permitirá que 'la sociedad visualice que no es una tragedia ni una perversión que los homosexuales acojan un niño', indica Pablo Morterero. La pareja se plantea el acogimiento como una 'opción transitoria', porque lo que realmente desean es formalizar una adopción, algo vetado por la legislación española actual en casos como el suyo. Podrían tramitar una adopción a título individual, pero el compañero no tendría ninguno de los derechos y deberes sobre el menor que el Código Civil contempla para los matrimonios adoptantes. En caso de fallecimiento del titular de la adopción, por ejemplo, su pareja no podría seguir responsabilizándose del cuidado del menor. De ahí que, aún aplaudiendo la norma autonómica, los colectivos de gays y lesbianas sigan peleando por lograr que se apruebe el matrimonio civil entre personas de igual sexo para lograr un equiparación de derechos y, al tiempo, 'un efecto pedagógico' sobre la sociedad. 'Es una cuestión de principios, si vivo con mi pareja quiero tener los mismos derechos que una de heterosexuales, haga o no uso de ellos', ataja Pablo.
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