La berlina del futuro
La tecnología como icono del lujo y la exclusividad. Con un envoltorio exquisito, tanto por fuera como en el interior. La nueva generación del Serie 7, la berlina más grande de BMW, es una introduccción a lo que serán los automóviles del futuro, un despliegue de medios con todas las tecnologías que en este momento puede ofrecer este fabricante de prestigio. Todo con un objetivo prioritario: la calidad de funcionamiento. Su precio no está al alcance de todos -desde 75.800 euros (12.612.059 pesetas)-, pero adelanta muchos sistemas que en unos años llegarán a los modelos más populares.
Línea valiente y arriesgada
El Serie 7 se distancia de los últimos BMW por la valentía estilística de su carrocería. La línea rejuvenece la berlina grande de la marca alemana, y puede parecer a primera vista muy arriesgada teniendo en cuenta los gustos conservadores de los compradores de estos modelos. Pero no lo es tanto si se considera el descenso en la edad de estos clientes, cada día con más presencia de profesionales y empresarios jóvenes. Refleja, además, los gustos menos serios del mercado americano, que supone más del 40% de sus ventas.
Esta berlina de lujo, original y vanguardista, se distingue de todos sus rivales e incluso del resto de modelos de la marca. Conserva la parrilla con los dos riñones, pero tiene un rostro más joven y original: los nuevos faros de xenon integran unos intermitentes muy peculiares en forma de cejas. En el lateral destaca la cintura alta de las puertas, que se prolonga hacia atrás con trazos independientes a los del maletero. Por detrás, la altura del capó permite ofrecer un maletero enorme en el que caben cuatro juegos de palos de golf. El conjunto combina elegancia y deportividad con un estilo moderno y refinado.
Todo nuevo y diferente por dentro
El interior se ha renovado también por completo. Es cuatro centímetros más largo que antes, lo que se nota por dentro, con una mayor amplitud en todas las plazas, especialmente atrás: hay 4,2 centímetros más para las piernas. Sobre todo cambia la forma de vivir a bordo porque aplica un nuevo reparto del espacio. La llegada de los sistemas multimedia exigía redefinir el habitáculo, y BMW ha optado por partir casi de cero. Así, en la posición normal de la palanca de cambio (ahora va en el volante) se ha situado el mando del sistema multimedia, y en el del freno de mano (eléctrico y conectable con un botón) se ha ubicado un apoyabrazos hueco apto para carpetas DIN A4.
Todas estas variaciones se aprecian en el salpicadero, completamente nuevo y con una distribución muy lógica: lo más importante va enfrente del conductor y se maneja desde el volante. El resto se proyecta en una pantalla situada sobre la consola.
Al margen de estos detalles, el nuevo BMW es sobre todo un auténtico salón rodante que permite viajar con la misma relajación que si se estuviera sentado en el sofá de casa: cuenta con todos los lujos y refinamientos imaginables para disfrutar la máxima comodidad, desde unos materiales exquisitos -ya sean tapicerías, maderas o plásticos- hasta una insonorización ejemplar o unas suspensiones impecables.
Sólo dos versiones
El Serie 7 se vende en dos versiones: 735 y 745. La primera, con un motor 3.6 V8 de 272 CV, cuesta 75.800 euros (12.612.058 pesetas). La otra sube a 82.500 euros (13.726.849 pesetas) y monta un 4.4 V8 de 333 CV. Pero las dos incluyen un equipo de serie completísimo, con 12 airbags, ABS, control de estabilidad DSC, climatizador, radio-CD, pantalla de información..., y una larga relación de accesorios tecnológicos, desde el sensor de lluvia hasta el cambio automático secuencial de seis marchas accionable en el volante.
Conclusión
El Serie 7 es el primer automóvil del nuevo siglo. Un coche para viajar envuelto en una atmósfera exquisita, tanto por lujo como por tecnología, y con la combinación idónea entre eficacia y seguridad.
AL DETALLE
- EL MÁS AVANZADO Aunque el 735i es la versión básica de la gama, sus avances tecnológicos le sitúan por delante de las demás berlinas de representación. Aporta un comportamiento dinámico impecable y una agilidad superior a la de sus rivales. Añade un equipamiento de serie más completo que la mayoría, sobre todo en seguridad, y una mecánica superior, tanto por el rendimiento de los motores (prestaciones y consumos) como por el cambio automático secuencial de seis marchas. Cuesta algo más caro que la mayoría, pero la diferencia merece la pena. - UN SALÓN CON RUEDAS El diseño interior marca una ruptura con los modelos anteriores de BMW. Está pensado para integrar de forma natural los nuevos sistemas multimedia, que serán habituales en los coches del futuro. Así, mientras la información más básica sigue en el cuadro de instrumentos, el resto pasa a una gran pantalla situada sobre la consola central. Pero se mantiene la calidad de acabados y materiales: ajustes perfectos, con plásticos y maderas elegantes y exquisitos. Destaca también el sistema de regulación eléctrica de los asientos delanteros: basta apretar el botón de la zona correspondiente y graduar la posición con una rueda situada delante. Sin olvidar la amplitud y comodidad de las plazas traseras. Entre los detalles más curiosos está la llave electrónica, que incluye el botón de arranque a la izquierda, y la pequeña palanca para seleccionar la posición del cambio. - REVOLUCIÓN ESTÉTICA Algo menos vanguardista que Audi, pero no tan clásica y seria como Mercedes. Así es la nueva propuesta estética de BMW, que se refleja en el Serie 7, primera entrega de la revolución que viene. Tras explotar demasiados años el mismo frontal y la misma zaga hasta agotar todas sus evoluciones, la marca alemana afronta por fin una profunda renovación en su estilo que se echaba de menos desde hace tiempo. La mejor prueba de la urgencia del cambio está en que se inicia precisamente con el Serie 7, el coche teóricamente menos indicado para hacerlo: está dirigido a un público maduro, de gustos conservadores y alto poder adquisitivo. Es sólo el primer paso de un cambio profundo que se apreciará mejor en próximos modelos. Este Serie 7 se desmarca de otros coches de lujo con una imagen más moderna y deportiva. Pero los cambios se aprecian más en la zaga: estrena un discreto alerón integrado en el capó y unos pilotos muy innovadores para BMW. - SISTEMAS MULTIMEDIA El interior refleja el esfuerzo por hacer compatible el uso de los sistemas multimedia con la conducción. Ha exigido desplazar la palanca del cambio y el freno de mano para dejar espacio libre al mando multifunción. El equipamiento multimedia de BMW se denomina iDrive, y consiste en un mando en forma de rueda (sobre el apoyabrazos central) y un monitor. El primero funciona como el ratón de un ordenador y permite desplazarse por la pantalla, que lleva las principales funciones ordenadas en forma de estrella para facilitar la selección: basta pulsar sobre cada ventana para utilizarlas. Hay nada menos que 270 diferentes (televisión, ordenador de viaje, DVD, teléfono...). El volante lleva integrados los pulsadores del cambio, con forma de teclas metálicas. Por delante están los que suben de marcha, y atrás, los que reducen. Además hay tres programas de uso: automático normal, sport y manual. - CAPRICHO TECNOLÓGICO El sistema de ayuda al aparcamiento se denomina PDC, cuesta 1.032 euros (171.710 pesetas) y es una de las opciones más avanzadas del Serie 7. Unos sensores situados en los parachoques calculan la distancia con cualquier obstáculo: a medida que el coche se aproxima, el sistema emite un pitido que se va haciendo cada vez más constante. La novedad está en que al mismo tiempo y en la consola central aparece un gráfico en el que el espacio disponible se va iluminando con diferentes colores: verde, amarillo y finalmente rojo (cuando el contacto es inminente).
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