El PNV mantiene el expediente a sus ediles de Amorebieta pese a los cambios en la consulta

Los partidos de la oposición en Amorebieta calificaron ayer de 'falta de respeto' y 'actuación de mala fe' la decisión de la alcaldesa, la peneuvista Begoña Azarloza, de convertir el referéndum sobre la central energética de Boroa en una 'encuesta de opinión' y modificar totalmente el contenido de la pregunta aprobada en pleno. 'Es una forma de salir de algo que no tiene salida', sostuvo el PSE. Pese a los cambios, la dirección del PNV mantiene abierto el expediente de expulsión contra la alcaldesa y seis ediles más. 'Las cosas siguen igual que antes', dijo un portavoz.

Amorebieta celebró ayer un pleno municipal, pero la agria polémica por la planta energética, cuya construcción está pendiente sólo de los permisos municipales, no se abordó. Tampoco se incluía en el orden del día, centrado en los presupuestos municipales. Al término de la sesión, Azarloza mantuvo el mutismo que no ha abandonado en los últimos tres meses. Al requerimiento de este periódico de por qué se había cambiado la pregunta del referéndum, se limitó a responder, antes de perderse en las dependencias municipales: 'No hay nada que decir. Ya está dicho'.

La alcaldesa no ha explicado al resto de grupos municipales los motivos por los que lo que desde el inicio se había planteado como una consulta popular se ha convertido ahora una 'encuesta de opinión' y, sobre todo, por qué se ha modificado el contenido de la pregunta que se aprobó en el anterior pleno municipal. De '¿está usted de acuerdo en la instalación de la central térmica de ciclo combinado en el barrio de Boroa?' se ha pasado a un enunciado mucho más intrincado: '¿Está usted de acuerdo en cambiar el reglamento de usos para incluir en usos no permitidos las instalaciones de generación de electricidad en el polígono industrial de Boroa?' De esta forma, los opuestos a la central deberían haber votado antes 'no' y ahora tendrán que optar por el 'sí'.

Problemas legales

Fuentes nacionalistas aseguraron ayer que se ha optado por presentar la consulta como una encuesta por los 'problemas legales que supondría una consulta, que podría ser invalidada'. Estas fuentes negaron que la modificación de la pregunta responda a algún tipo de pacto con la dirección del PNV y añadieron que la alcaldesa y los siete ediles continúan, con las bases de la encuesta ya presentadas, en la situación de amenaza de expulsión. Esta tesis fue corroborrada ayer por la ejecutiva vizcaína. 'Las cosas siguen igual que antes', dijo un portavoz oficial, quien reiteró que no iba a 'haber ninguna valoración' sobre la nueva decisión de la alcaldesa.

Los grupos de IU y Batasuna mostraron ayer sus dudas sobre la 'legalidad' de los cambios, ya que la moción aprobada el pasado día 27 incluía el texto la anterior pregunta. El acta del pleno refleja claramente que Azarloza dijo: 'La pregunta era ésta y sería: '¿Estás de acuerdo con que la central térmica de ciclo combinado se instale en Boroa? ¿sí o no?'. Garikoitz Azkuna, de Batasuna, indicó que 'no es lo prometido al pueblo' y Vicente Silva (IU) afirmó que se 'falta al respeto al Ayuntamiento, al pleno y los vecinos'.