Retevisión declara la guerra a Telefónica e impugna su contrato para conectar los hospitales de la Generalitat
El regulador de las telecomunicaciones investiga la oferta de Telefónica
El grupo Auna, principal competidor de Telefónica, no está dispuesto a que el operador dominante se lleve en cadena la adjudicación de los servicios de telecomunicaciones de las administraciones públicas gracias a una oferta de precios que considera puro dumping.
Retevisión, la pata de telefonía fija de Auna, se ha decidido finalmente a impugnar ante el Departamento de Presidencia del Gobierno catalán la adjudicación a Telefónica del concurso por el que el operador dominante se compromete a conectar, mayoritariamente con fibra óptica, los 11 hospitales y los 320 centros de asistencia primaria dependientes de la Generalitat.
El Ejecutivo autonómico no sólo puso esta tarea en manos de la empresa presidida por César Alierta el pasado 21 de noviembre, sino también la conexión con comunicaciones de banda ancha de más de 2.400 escuelas de primaria y de secundaria. Ambos contratos fueron valorados por la Generalitat en 12.000 millones de pesetas.
Retevisión sólo optó a la construcción de la red sanitaria de telecomunicaciones, en la que los precios puestos sobre la mesa por Telefónica resultaron ser un 50% más baratos que los de su único competidor en esta carrera. La oferta causó sorpresa generalizada en el sector e incluso en la propia Generalitat.
La apuesta del ex monopolio dejaba claro que Telefónica estaba determinada a no quedarse sin estos dos importantes contratos del Gobierno de Jordi Pujol, dada la importancia del mercado catalán, que supone cerca de una cuarta parte del negocio total de Telefónica en España. Cataluña, además, acapara un 30% de la demanda que tiene la compañía de servicios de acceso a Internet a gran velocidad mediante la llamada tecnología ADSL, que se basa en la adaptación de la red telefónica convencional.
'Reacción' a dos derrotas
Los competidores de la primera compañía de telecomunicaciones, y en particular Retevisión, interpretan la oferta económica de Telefónica como una 'reacción' a las dos importantes derrotas que previamente había cosechado el ex monopolio en sendos concursos de las administraciones autonómicas de Extremadura y Andalucía.
El temor del consejero director general de Retevisión, Josep Canós, se basa en que, con precios la mitad de baratos con los que los nuevos operadores no pueden competir, la historia se repita en otras comunidades autónomas. En el horizonte despuntan otros concursos públicos por adjudicar, en Galicia y en Madrid. Para el grupo Auna, la consecuencia de más adjudicaciones a Telefónica sería asfixiar aún más la competencia en el mercado de las telecomunicaciones, cuya liberalización, iniciada hace tres años, no está dando juego a los operadores alternativos.
Pero los temores de Retevisión, basados en unos precios de Telefónica que sospecha por debajo de los autorizados por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), no han caído en saco roto.
De ellos se ha hecho eco el propio órgano regulador del sector. Después de la decisión de la Generalitat de adjudicar a Telefónica los concursos de las redes sanitaria y de enseñanza, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ya ha dejado claro que ha abierto un expediente para investigar si los precios ofrecidos por el ex monopolio en los concursos de las administraciones públicas se ajustan a la legalidad.
El órgano presidido por José María Vázquez Quintana ha pedido datos a la propia Generalitat sobre la oferta presentada por Telefónica. Con esta respuesta se encontró Retevisión cuando pidió a la CMT que estudiara dicha oferta. El rival del ex monopolio también cuestionó la oferta ante la mesa de contratación del concurso.
Inversiones en un hilo
La doble adjudicación a Telefónica no sólo aleja la posibilidad de que Cataluña (y no sólo sus áreas más rentables para los operadores) cuente con una red de telecomunicaciones alternativa (y nueva, frente a la de Telefónica, que se está modernizando). Otro efecto más inmediato entra de lleno en el terreno de las inversiones que recibe Cataluña. A las 24 horas de la decisión del Gobierno catalán -comprendida en voz baja ante la diferencia de precio a favor de Telefónica incluso por algunos de los más críticos con una opción que consideran un error estratégico-, Retevisión plantó cara. El consejero director general de Retevisión, Josep Canós, advirtió de que, vistos los tiempos complicados que corren para el sector de las telecomunicaciones, la disposición de su empresa a invertir 13.000 millones de pesetas en Cataluña a lo largo del año próximo se ha esfumado.
Canós dejó claro que el 'agresivo plan de inversiones' de Retevisión en Cataluña se revisará a la baja, y que el dinero del operador se concentrará exclusivamente en las zonas que puedan darle un retorno a las inversiones, principalmente en la corona que envuelve el área metropolitana de Barcelona y en los grandes núcleos urbanos del resto del territorio catalán.
La reacción de la Generalitat ante unas declaraciones que sonaron a amenaza de desvío de inversiones a otras comunidades no fue de preocupación, sino de lo que un alto cargo del Gobierno catalán calificó de 'realismo'. 'Visto lo que han invertido hasta ahora', dijeron estas fuentes, 'tampoco es como para creerse que fueran a ir muy lejos'.
La inversión acumulada de Retevisión desde 1998 asciende a 90.000 millones de pesetas, 54.000 millones de ellos en red. El arranque de Menta, el operador de cable del grupo Auna en Cataluña, que sólo esta segunda mitad del año corrige el tiro, es una sombra sobre su credibilidad.
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