Cara y cruz de la polémica ley de universidades
Debate en el ELPAÍS.es entre el PP y el PSOE
Por qué se insiste tanto en que la ley de universidades terminará con la endogamia? ¿Qué representación tendrán los alumnos en los órganos de decisión? ¿Cuál será la forma de acceder a la Universidad? De éstas y otras cuestiones polemizaron el portavoz de Educación del PP en el Congreso, Juan Carlos Guerra Zunzunegui, y la responsable Educación de la Ejecutiva socialistas y diputada, Carme Chacón, a partir de las preguntas enviadas por los internautas a ELPAÍS.es el pasado jueves. Moderó el director de Santillana Universidad, Carlos Arroyo.
- Endogamia. 'Acabar con la endogamia es muy difícil, pero con esta ley creemos que disminuirá mediante la movilidad de los profesores, los tribunales elegidos por sorteo y pruebas más selectivas', señaló Guerra Zunzunegui. A lo que Chacón respondió: 'Esta ley no sólo no mejorará el sistema de selección, sino que lo hará potencialmente más endogámico. El 49% del profesorado será contratado y el otro 41% deberá pasar una habilitación centralista que vulnera el derecho de la autonomía universitaria'.
- Representación estudiantil. La cuestión sobre la representación de los estudiantes en los órganos de decisión también fue abordada de manera divergente. Mientras que Guerra Zunsunegui insistió en que ésta se conservará, Chacón negó la mayor. 'Los alumnos tendrán voz y voto en el Consejo Social, en los departamentos y en el claustro', dijo Guerra Zunzunegui. 'Lo único que se fija es que el 51% del claustro esté constituido por profesores funcionarios. El porcentaje de representación de los estudiantes lo dirán los estatutos de cada universidad. Son los alumnos los que tienen que conseguir, cuando éstos se redacten, el porcentaje que les corresponde', añadió. Chacón, por su parte, adujo que esta ley hace que los estudiantes pasen del actual 25% de media de participación a, como mucho, un 10%. Y aportó cifras: 'El consejo de gobierno estará obligado a tener un máximo de 50 miembros, de los que no más de cinco podrán ser estudiantes por los tantos por cientos'.
- Acceso a la Universidad. Ante la incognita de cuál será la alternativa a la selectividad, Chacón se lamentó de que a estas alturas 'áun no se sepa cómo se accederá a la Universidad'. Y preguntó: '¿Qué tiene que hacer un joven que quiere estudiar Telecomunicaciones en la Politécnica de Madrid? Un examen. ¿Y si suspende? ¿Qué hará para hacer Informática en la Complutense? Otro examen'. Y todo eso después de una reválida. 'Una verdadera carrera de obstáculos', señaló. Guerra Zunzunegui explicó, en cambio, que el proyecto se limita a establecer como requisito de acceso estar en posesión del título de bachiller o equivalente. 'Será en la futura Ley de Calidad donde se fije qué tipo de examen de madurez habrá de efectuarse', dijo. Y apuntó que, posteriormente, cada universidad indicará las normas para realizar el primer curso de las carreras que ofrezca.
'Competencia positiva'
Tampoco se pusieron de acuerdo Carme Chacón y Juan Carlos Guerra Zunzunegui sobre la futura evaluación de las universidades a través de la nueva Agencia Nacional. Actualmente hay una evaluación de carácter voluntaria. 'Esta agencia es similar a la que existe en otros países de la UE y su finalidad es que la sociedad conozca el grado de calidad de cada universidad y así poder elegir dónde iniciar una carrera', señaló Guerra Zunzunegui, quien añadió que esto favorecerá la 'competencia positiva entre ellas'. Explicó que las comunidades autónomas realizarán las pruebas a través de su agencia de calidad para después informar a la agencia nacional, que hará la coordinación. Carme Chacón mostró su discrepancia: 'El primer gran problema de esta agencia es que, a diferencia de las que existen en la UE, no será independiente del Gobierno'. Y sugirió: '¿Quien decidirá los criterios, los parámetros de calidad, las evaluaciones, las contraprestaciones a esos niveles de calidad?'. Sobre el supuesto impulso privatizador de la Universidad por parte del Gobierno, Chacón señaló que la ley 'hiperreglamenta' la Universidad pública y deja en plena libertad a la privada. Explicó que 'mientras que a los profesores de la primera se les exige una habilitación de tres pruebas, a los de la privada sólo una evaluación positiva, para únicamente el 25% de los docentes'. Guerra Zunzunegui contestó que la ley exige por primera vez que los rectores de las privadas sean doctores. Añadió que los profesores de éstas tendrán que superar las pruebas de habilitación si quieren trabajar en la pública. Sobre las universidades de la Iglesia subrayó que seguirán con las mismas competencias que tienen con la LRU.
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