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Héroes en miniatura del 11 de septiembre

La juguetera Guisval incrementa en un 20% la exportacion de coches de bomberos y de policía

La actuación de los servicios públicos estadounidenses tras los atentados del 11 de septiembre ha supuesto la aparición de nuevos héroes en el santoral colectivo. Los cuerpos de seguridad, especialmente los bomberos, cotizan al alza. Esta circunstancia para la empresa de juguetes alicantina Guisval, dedicada a la reproducción a escala de todo tipo de vehículos, se ha traducido en un aumento significativo de las ventas. La firma observa satisfecha el aumento de los pedidos de sus miniaturas de metal. Las exportaciones de esta firma han crecido un 20% desde la fatídica fecha -principalmente en las reproducciones a escala de camiones de bomberos, policía y vehículos de rescate en aeropuertos o ambulancias-. Las máquinas de obras públicas en general (excavadoras, máquinas de cadenas, etcétera) también 'se han visto beneficiadas' por esta situación.

Las miniaturas que fabrica la firma alicantina tienen ahora un valor añadido en la mente de los compradores estadounidenses

La directora comercial de Guisval, Aurora Serralta, comenta que las miniaturas de la empresa 'se miran con otros ojos' en este momento. Y aunque puntualiza que 'siempre' se han vendido bien, también reconoce que existe una relación directa entre el aumento de ventas y los atentados terroristas. Las miniaturas que comercializan tienen ahora un valor añadido para los compradores.

Guisval -fundada en la localidad de Ibi en 1962- vende dos tercios de su producción en el mercado español y el grueso de su exportación se centra en Europa, principalmente en países del Este, como Polonia o Eslovenia. Su fábrica trabaja intensamente a tres turnos para responder a la demanda. Una actividad que por un momento quedó en el aire hace un par de semanas al producirse un pequeño incendio que se inició en una máquina de fusión de plástico y que provocó una intensa humareda que finalmente no tuvo más consecuencias que la de parar un día la producción. Los bomberos y sus equipos de lucha contra el fuego volvieron a ser, por segunda vez en pocos meses, el talismán de la empresa. Solucionado el conato de desgracia, los 40 empleados de Guisval continúan fabricando las miniaturas de carrocería de metal y componentes plastificados.

No es la primera vez que acontecimientos ajenos a la empresa afectan a la cartera de pedidos. La directora de Guisval recuerda que cuando Álex Crivillé ganó en 1999 el campeonato del mundo de 500 centímetros cúbicos de motociclismo, subieron mucho las ventas de las motos a escala del corredor.

La firma presenta este mes una nueva línea de productos. Un catálogo de vehículos 'de diseño más internacional', previsto antes de los atentados, pero que, en cualquier caso, aparecerán en un momento en el que el cuerpo de bomberos y las fuerzas de protección públicas gozan de un mayor reconocimiento general. La nueva oferta se presentará en enero en la feria del juguete de Nuremberg y a finales de ese mismo mes o a principios de febrero en el certamen sectorial de Nueva York. Un paso, puntualiza Serralta, que 'lógicamente ya teníamos previsto'.

Guisval comercializa 40 colecciones diferentes de vehículos y alrededor de 250 productos en dos líneas diferentes: Toys, dirigida fundamentalmente al público infantil, y Collection, más enfocada a coleccionistas. Esta última línea nació hace tres años y se pretende introducir en el mercado norteamericano. Los precios de las miniaturas oscilan entre 250 y 900 pesetas. Son productos que aunque también se ofertan en grandes superficies se venden principalmente en lo que Serralta denomina 'canal impulso' , puntos como gasolineras o quioscos en los que el cliente compra 'por impulso'.

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