'Nein, nein, nein!'
Uno de los gadgets preferidos de la Feria del Libro de Francfort es un muñequito de goma que reproduce el busto de Marcel Reich-Ranicki que, cuando lo aprietas, gruñe. En su programa de televisión, El cuarteto literario, como en su casa o cuando se entrevista con algún periodista, sus '¡nein, nein, nein!' resuenan atronadores. Es muy alto y fuerte y tiene una cara fea como un pecado, que cambia de expresión a cada momento. Cuando habla parece que se le vaya a descoyuntar la boca, cada labio va por su lado, gesticula, se levanta, se sienta, es tremendamente apasionado. Y esa pasión puesta al servicio de la comunicación ha producido unos resultados impresionantes. Desde su púlpito catódico ha hundido en la misera en Alemania a escritores, o los ha lanzado a la fama. Es el caso de Javier Marías. A él y a sus colaboradores les encantó Corazón tan blanco, lo pusieron por las nubes y ahora es un autor consagrado. Lo mismo pasó con Rafael Chirbes, que es más popular en Alemania que en España.
Reich-Ranicki es muy consciente del poder de la televisión y ha sabido aprovecharlo haciendo un programa de libros que en España envidiamos, como hemos envidiado los de Bernard Pivot. Aun así, Ranicki considera que su trabajo para la pequeña pantalla ha sido algo secundario en su trayectoria profesional. 'Mi verdadero trabajo, el realmente importante, es el de crítico literario. La crítica escrita te obliga a ser preciso. Lo otro, los comentarios que se hacen en televisión, son totalmente coloquiales, charlas de café', declaró hace algo más de un año a este diario. 'Lo que sí he comprobado es que la televisión es fundamental por la influencia que uno ejerce en los lectores, cosa que nunca me ha ocurrido con lo publicado'. Reich-Ranicki admite que es vanidoso, 'todo crítico lo es, como los escritores', pero en este caso peca de modesto. Durante 30 años ha sentado cátedra en el Die Zeit y en el Frankfürter Allgemeine y se puede decir sin exagerar que es el crítico más influyente de Alemania, un crítico que ha logrado romper los circuitos de los entendidos para llegar al gran público. De su autobiografía, Mi vida (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), ha vendido en Alemania cerca de un millón de ejemplares. Pero lo más importante es que ha ayudado a difundir y vender la literatura de otros. Y todo indica que, aunque se jubile del Cuarteto literario, aún seguira haciéndolo.
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