Bloqueados y a oscuras

Colapso total. El temporal de nieve y la ola de frío que azotó ayer Cataluña provocó apagones, cortes en 19 carreteras y accidentes con seis víctimas mortales; obligó a evacuar escuelas y universidades, y dejó a la ciudad de Barcelona, su área metropolitana y algunas de las principales ciudades catalanas sumidas en el caos más absoluto. Una avería en un importante centro de distribución eléctrica de Fecsa-Endesa dejó las calles a oscuras y paralizó líneas de metro y tren. A la sensación de caos ciudadano contribuyó el hecho de que la saturación provocó que enmudecieran los teléfonos de urgencias. Las autoridades francesas prohibieron el tránsito de camiones a través de la frontera franco-española, circunstancia que abarrotó los aparcamientos de la frontera y La Jonquera.

Pese a que la compañía electrica Fecsa-Endesa había emitido por la mañana una nota en la que anunciaba que estaba preparada para satisfacer el previsto aumento de la demanda de energía, a las seis de la tarde, cuando la nevada aún era incipiente en la provincia de Barcelona, se produjo una avería en el parque eléctrico de Can Jardí, situado en Rubí (Vallès Occidental), que provocó un efecto dominó en varias subestaciones transformadoras, de modo que toda el área metropolitana de Barcelona, los dos Vallès, la Cataluña central y otras zonas dispersas se quedaron a oscuras.

No sólo las viviendas se quedaron sin luz: los trenes de cercanías se paralizaron, dos líneas del metro barcelonés dejaron de funcionar y las calles quedaron a oscuras. A última hora de la tarde de ayer, más 20.000 usuarios de la línea del Vallès de los Ferrocarrils de la Generalitat seguían en las estaciones. Los trenes, que disponen de baterías para estos casos, avanzaron hasta las estaciones más próximas y abrieron las puertas para que los usuarios pudieran salir.

A las diez de la noche, Fecsa-Endesa decía desconocer cuántos usuarios habían sido afectados por la avería y cuántos todavía seguían sin luz. De hecho, las oficinas centrales de la compañía estaban sin servicio eléctrico, además de la Jefatura Superior de Policía, la Guardia Urbana de Barcelona y el Ayuntamiento de la capital catalana, ya que fallaron incluso los suministros previstos para casos de emergencia. La Administración catalana, por su parte, anunciaba que abría expediente a la compañía eléctrica y daba la avería por 'prácticamente solucionada', aunque los usuarios de muchas zonas de Barcelona y su área metropolitana seguían sufriendo apagones y cortes intermitentes.

El Servicio Catalán de Tráfico ha pedido a los ciudadanos que no circulen por las carreteras si no es 'absolutamente necesario', ya que las previsiones meteorológicas indican que el tiempo puede empeorar y que en algunos puntos del Pirineo las temperaturas serán inferiores a 20 grados bajo cero. Las valores térmicos sufrieron un brusco descenso en toda Cataluña y en muchas localidades las máximas fueron 15 grados inferiores a las del día anterior. En Barcelona, durante casi todo el día no se sobrepasaron los dos grados centígrados. Para hoy se prevé una nueva bajada.