Suplentes bajo sospecha
La derrota ante el Gimnàstic cuestiona la calidad de los jugadores no habituales del Madrid
'A ver si resulta que los suplentes tenemos la culpa de todo'. Karanka fue el autor del gol en propia meta que supuso la derrota del Madrid ante el Nàstic de Tarragona, equipo que ocupa el penúltimo puesto de la Segunda División y al que un Madrid repleto de jugadores que asumen, como él, su condición de suplentes fue incapaz de colocar un mísero disparo entre los tres palos. 'En el descanso, viendo cómo estaban las cosas, en lo único que pensamos fue en salir de allí con un 0-0', relató ayer el jugador; 'estuvimos fatal y... con Figo y Zidane habría sido igual'.
La derrota ante el Nàstic cuestiona la calidad técnica de la mayoría de los suplentes -incluso entre los propios titulares hay quien sostiene que no dan el nivel- y parece justificar las quejas de unos futbolistas que desde hace meses se confiesan desmoralizados porque, dicen, el cuerpo técnico nunca premiará con la titularidad una buena actuación en partidos de este tipo. Varios de estos hombres critican la política de Vicente del Bosque de dividir la plantilla en dos compartimentos estancos: titulares y suplentes.
Frente al Nàstic, junto a Raúl, Helguera y Pavón, componentes de ese once madridista fácilmente memorizable, jugaron ocho hombres que habitualmente ocupan el banquillo: César, Geremi, Karanka, Raúl Bravo, Rivera, Celades, Solari y Munitis. Del Bosque dice que, si hubiera alineado a los titulares habituales, no sólo habría recibido críticas, sino que probablemente el resultado del partido habría sido el mismo: 'Tengo dos opciones, poner a todos los titulares o no ponerles a todos. Si pusiera a todos, los demás dirían que ya ni en estos partidos juegan. El toro te coge por todos los lados. Así que decido pensando en lo que es mejor para el club. Aunque yo sí que sabía que este partido iba a ser el más complicado'.
Fastidiados desde hace meses, algunos jugadores del Madrid se reconocen 'resignados' ante su condición de segundones. 'Jugamos una vez al mes o nos mandan a jugar a Moscú o contra el Pájaras Playas, o a Móstoles... Algún día nos pedirán que rindamos al ciento por ciento y no estaremos preparados porque nos falta ritmo', dijo hace días uno de los titulares en Tarragona.
Las cifras demuestran que el equipo no se resiente cuando alguno de los no habituales ocupa la plaza de un compañero, pero sí cuando lo hacen muchos de golpe. El recuerdo de la eliminación de Copa ante el Toledo, el año pasado -Hierro y Morientes fueron los únicos titulares-, o la derrota ante el Lokomotiv en la Liga de Campeones esta temporada son los exponentes más claros. Las excepciones son las dos eliminatorias de la Copa, contra el Pájara Playas (0-4) y el Lanzarote (1-3).
Del Bosque admite que ya presumía difícil la cita ante el Nástic, pero defiende a sus jugadores: '[En Tarragona] han jugado con el máximo entusiasmo. Si hubiéramos jugado con otra alineación, el partido habría sido igual de difícil. Ha sido el partido más complicado que hemos tenido últimamente, aunque no quiero explicar por qué. Y ha sido una putada la derrota porque se ha criticado a jugadores a los que hay que agradecer su trabajo. Recuerdo que en Villarreal Solari marcó un gol y Munitis otro. Es imposible que hayan jugado desmotivados. ¿Cómo puede ser, si no, que César, que es el más cabreado, haya sido el mejor?'.
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