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La banca italiana tendrá que devolver ayudas de miles de millones de euros

Bruselas multa a bancos alemanes por pactar

Carlos Yárnoz

La Comisión Europea anunció ayer un nuevo castigo contra bancos europeos, esta vez italianos. A la vez que imponía una multa de 100,8 millones de euros (167.717 millones de pesetas) a cinco bancos alemanes por pactar comisiones, Bruselas advirtió de que varios bancos italianos tendrán que devolver miles de millones de euros por haber recibido ayudas de Estado ilegales a través de rebajas y exenciones fiscales entre 1998 y 2000.

El Comisario de la Competencia, el italiano Mario Monti, señaló que dos leyes italianas de 1998 y 1999 concedieron importantes ventajas fiscales a las entidades de crédito implicadas en operaciones de concentración o de reestructuración. Entre estas ventajas figuraba la reducción al 12,5%, durante cinco años, del impuesto de sociedades, o la eliminación de impuestos a las participaciones en la Banca de Italia transferidas a fundaciones.

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Bruselas sostiene que los bancos beneficiados deben devolver al Estado italiano todas las ayudas que recibieron por ese concepto, estimadas en unos 2.800 millones de euros (466.000 millones de pesetas) entre 1998 y 2000, si bien en abril de 2000 Italia dejó de aplicar ambas leyes a partir de las dudas que habían despertado en Bruselas y, por tanto, aún no se han definido en concreto las cantidades a devolver. A la vez, Monti aseguró que también está en curso una investigación sobre el papel que juegan las fundaciones en Italia.

Puesto que esas ventajas fiscales eran aplicables sólo a los bancos italianos, las entidades de otros países sufrían una clara desventaja a la hora de plantearse operaciones de fusión o compra de sociedades italianas.

Por otra parte, la Comisión Europea castigó ayer de nuevo a la banca alemana, en este caso por crear un cartel para pactar comisiones. Bruselas ya obligó el pasado julio a Berlín a eliminar las garantías estatales para los bancos públicos y ahora ha sancionado con 100,8 millones de euros (167.717 millones de pesetas) a cinco bancos que decidieron en 1997 cobrar una comisión del 3% en la compra y venta de billetes en la zona euro.

La sanción a los bancos alemanes es una de las más elevadas impuestas hasta ahora contra un cartel descubierto en la UE, concretamente la octava por su cuantía, si bien ampliamente superada por las impuestas al cartel de las vitaminas (855 millones de euros) o al de las navieras (272 millones). El Commerzbank, el Dresner y el Bayerische Hypo, los tres más grandes del cartel, tendrán que pagar 28 millones de euros de sanción cada uno, mientras que el Deutsche Verkehrsbank y el Vereins aportarán 14 y 2,8 millones de euros, respectivamente.

Acuerdo ilegal

Con su acuerdo ilegal, estos bancos pretendían recuperar cerca del 90% de los ingresos que iban a perder tras la abolición del tipo de cambio a partir del 1 de enero de 1999 con la puesta en marcha de la moneda única. De hecho, pactaron que ese acuerdo estuviera vigente hasta el 1 de enero de 2002, fecha de la introducción física del euro.

'Ese comportamiento fue ilegal, causó un perjuicio directo e irreparable a los consumidores y representó un golpe a la confianza de los ciudadanos en la moneda única', aseguró ayer el comisario de la Competencia, Mario Monti.

El pacto fue muy similar a otros que también suscribieron diversas entidades de crédito en Portugal, Bélgica, Irlanda, Finlandia, Holanda y Austria. Sin embargo, una vez descubiertos por la Comisión Europea, todos ellos decidieron poner fin a esa práctica y optaron por rebajar unilateralmente sus comisiones y suprimirlas completamente para los titulares de cuentas a partir del pasado 1 de octubre. Ese cambio de actitud les valió que Bruselas optara excepcionalmente por no multarles.

La Comisión Europea señaló ayer que la infracción es 'muy grave', pero que las multas han sido fijadas como si se tratara sólo de 'grave' debido a que su ámbito de actuación se redujo a Alemania y zonas fronterizas de Holanda.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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