El ex canciller Kohl reivindica su papel como defensor del euro en Alemania

En un encuentro que irradió historia, dos veteranos políticos alemanes, el ex canciller Helmut Kohl y su antiguo ministro de Finanzas, Theo Waigel, se dieron cita ayer en Berlín con el ex presidente del Bundesbank Hans Tietmeyer para reinvindicar como un logro de los conservadores la forja de la moneda única y, de paso, tildar de desmemoriado al actual Gobierno del canciller Gerhard Schröder. 'Haber calificado al euro como un 'enfermizo parto prematuro' le acompañará hasta el fin de sus días', espetó Kohl a su sucesor.

Schröder, de hecho, militaba entre los euroescépticos antes de llegar al poder, en 1998. También la antigua mano derecha del canciller conservador, Theo Waigel, enfiló su oratoria contra los socialdemócratas en el encuentro organizado por la conservadora Fundación Konrad Adenauer: 'Nunca me hubiera imaginado que algún día tendría que defender ante la misma Alemania el Pacto de Estabilidad y Crecimiento Europeo', dijo el ex ministro de Finanzas, en referencia a las dificultades que está teniendo el Gobierno rojiverde para mantener el déficit público por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB) acordado en Maastricht.

A diferencia de los actuales dirigentes socialdemócratas y verdes que gobiernan en Berlín, Kohl, en su adolescencia, aún alcanzó a vivir la Segunda Guerra Mundial, y es precisamente ante este trasfondo histórico que el ex canciller sitúa al euro como un paso irreversible hacia una 'Unión Europea de paz y libertad'. Kohl, por otra parte, admitió que difícilmente hubiera podido obtener el respaldo ciudadano a la introducción del euro si hubiese convocado un referendo en los años noventa.

El ex presidente del Bundesbank Hans Tietmeyer rememoró con complacencia su propio papel en el largo camino hacia el euro, desde los primeros grupos de trabajo que se ocuparon del tema a finales de los años sesenta, pasando por la adopción de una política de estabilidad financiera en Francia a inicios de los años ochenta, hasta la exitosa defensa de la banda cambiaria y la adopción del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

El hecho de que el euro, a partir del próximo 1 de enero, circulará en las calles de doce países, para Tietmeyer es, desde luego, una oportunidad histórica, pero también un riesgo: 'La moneda única también dejará en claro los déficit económicos de Europa', predijo el antiguo banquero central. A su juicio, el euro no se apreciará significativamente ante el dólar hasta que los 'grandes países' de la zona euro (en especial Alemania) no acometan mayores reformas estructurales y hasta que no se clarifique hacia dónde seguirá avanzando políticamente la UE.