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El Gobierno recalca que no cederá al "chantaje" vecinal ante la reapertura de Hontza

El País

El consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, recalcó ayer, en declaraciones a varias agencias de noticias, el compromiso del Ejecutivo autónomo con el centro Hontza de Bilbao, el recinto para la asistencia de toxicómanos sin techo que esta noche vuelve a abrir sus puertas a a sus usuarios y al que se oponen frontalmente los vecinos del barrio de Zamakola, en el que está ubicado.

Madrazo, quien el pasado miércoles, en una de las tres jornadas de puertas abiertas que se programaron, visitó el centro entre los insultos de grupos de vecinos y escoltado por la Ertzaintza, apeló 'al sentido común y la responsabilidad de los vecinos de Zamakola para garantizar la reapertura en un clima de normalidad'. 'La iniciativa de Cáritas [la ONG de la que depende Hontza] será una realidad efectiva. Las instituciones no pueden ceder ante el chantaje y el boicot de un grupo de vecinos que representan una minoría de un barrio', señaló el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales.

Javier Madrazo explicó que 'experiencias similares [a la de Hontza desarrolladas] en otros países europeos han obtenido resultados positivos, ya que, además de mejorar la calidad de vida física y psíquica de los toxicómanos, desciende vertiginosamente la delincuencia asociada a este fenómeno'.

El centro reabrirá sus puertas esta noche bajo la custodia de agentes de la Ertzaintza y la Policía Municipal bilbaína. El citado centro, puesto en marcha y gestionado por Cáritas Diocesanas, se abrió por primera vez el pasado mes de julio y, después de 14 noches en funcionamiento, tuvo que cerrar por la oposición frontal de los vecinos de Zamakola.

Cáritas decidió reabrir Hontza antes de Navidad con el respaldo del Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno vasco. La semana pasada celebró tres jornadas de puertas abiertas en sus instalaciones, con el objetivo de que los vecinos pudieran informarse sobre su funcionamiento y se redujera la crispación creada.

Sin embargo, cada día, las concentraciones de los vecinos para manifestar su rechazo al centro por su temor a que se convierta en un foco de atracción de drogodependientes que deambulen por el barrio, provocan momentos de tensión y obligan a que patrullas policiales protejan a los trabajadores de Cáritas.

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Pese a las protestas, Madrazo considera que 'centros como Hontza garantizan la seguridad de los vecinos porque dan cobertura a personas que, en caso contrario, están condenadas a la marginación y el abandono'. Madrazo recordó que la pasada semana continuaron los contactos con representantes de los vecinos de Zamakola y, en concreto, se celebró una reunión entre responsables del departamento de Asuntos Sociales, representantes de la ararteko, del Ayuntamiento de la capital vizcaína y los propios vecinos del barrio.

Concentración con un ataúd

En el encuentro no se avanzó hacia una solución al conflicto ya que las asociaciones vecinales se mostraron firmes en su rechazo y las instituciones vascas apelaron a su solidaridad para con los toxicómanos y manifestaron su convencimiento sobre la necesidad de Hontza en Bilbao. Las protestas de los vecinos de Zamakola han continuado y ayer al mediodía, a poco más de un día de la reapertura, cerca de 250 personas se concentraron en El Arenal bilbaíno alrededor de un ataúd con los lemas 'no queremos un barrio así' y 'drogadictos kampora' (fuera).

Entre los servicios de este local, que tendrá capacidad para 30 personas, se encuentra la atención higiénico-sanitaria de los usuarios (lavandería, duchas, aseos y enfermería), así como una zona de ocio, manutención y descanso (comidas, televisión y vídeos). El horario para pecnoctar será de diez de la noche a siete de la mañana. No se permitirá entrar después de las once salvo emergencia.

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