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Crónica:FÚTBOL | 16ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Barça se desmorona

El equipo azulgrana estuvo siempre a expensas del Celta y acabó cediendo una ventaja de dos goles

Àngels Piñol

No quedan ya dudas: el Barça se ha desmoronado. Es séptimo en la Liga y ya tiene que mirar al líder, el Alavés, con prismáticos (30 puntos frente a 24). Tras perder las dos últimas citas ante el Athletic y el Alavés, el Barça no pasó del empate ante el Celta, que controló a sus anchas el partido y que al final reparó su mala puntería logrando la igualada con goles de Sergi (en propia puerta) y de Edu. Los azulgrana, que han encadenado su cuarto partido sin ganar -el último fue en Anfield- se adelantaron con goles de Gabri y Saviola, justo en el arranque de las dos mitades. Pero el marcador cedió al empuje del Celta. El Barça, enredado en cambios que reflejaron la confusión del banquillo, acabó jugando al contraataque sin el menor acierto. El equipo está tan perdido y desorientado como Rivaldo, el salvador de tantas noches y que ayer erró goles cantados.

BARCELONA 2| CELTA 2

Barcelona: Bonano; Puyol, Christanval (Frank de Boer, m.45), Andersson, Coco (Xavi, m.34); Gabri (Sergi, m.45), Gerard, Rivaldo, Cocu; Saviola y Overmars. Celta: Cavallero; Coira (Catanha, m.61), Cáceres, Berizzo, Juanfran (Silvinho, m.65); Vagner, Luccin; Karpin, Mostovoi, Jesuli (Yago, m.90); y Edú. Goles: 1-0. M.2. Gabri controla un rechace de Mostovoi y marca. 2-0. M. 48. Rivaldo lanza córner, remata De Boer, rechaza Cavallero y Saviola marca. 2-1. M. 72. Centro de Karpin y Sergi marca en propia puerta en presencia de Edú. 2-2. M. 84. Edú cabecea un centro de Karpin. Árbitro: Losantos Omar. Amonestó a Xavi, Coco, Cocu, Karpin, Bonano, Puyol y Luccin. Expulsó a Karpin (m.94). 60.000 espectadores en el Camp Nou. Andersson sufrió un golpe con traumatismo craneal y en prevención fue hospitalizado.

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La grada despidió al equipo con un leve abucheo próximo a la indiferencia. Casi sin poder creer que el Barça, que suma dos puntos de 12 posibles en la Liga, ya ni siquiera puede ganar un partido que empezó con el escenario soñado para cualquier equipo: Puyol, en el minuto uno, centró desde la derecha, Mostovoi se equivocó en el rechace y Gabri controló dos veces el balón y lanzó un chut suave que superó a Cavallero. El gol tuvo efectos balsámicos porque suponía romper con la tendencia de los tres últimos partidos -siempre se había adelantado el rival- y abría un margen para la tranquilidad. Quedaba comprobar si Gerard, habilitado como conductor, en lugar de Xavi, podía llevar las riendas. Pero la apuesta no funcionó y el primer gol se antojó un disfraz. El Barça repitió los defectos de los últimos tiempos: está peleado con el balón, como si le quemara en los pies o le diera miedo, le cuesta un mundo la transición y los errores en los pases son constantes.

Charly no tuvo más remedio que reaccionar y a los treinta minutos Xavi volvía al equipo para asentar el centro del campo en lugar de Coco, un lateral izquierdo. No hizo apenas nada más el Barça en la primera parte: una entrada de Overmars, que se coló en el área entre dos defensas y otra de Saviola, a pase de Rivaldo. El Celta, mientras, jugó a sus anchas. Como si estuviera en Balaídos: tuvo la pelota, acorraló al Barça en su campo pero le faltó lo más importante: el gol. El equipo albiazul se hinchó a chutar a la portería de Bonano pero con una falta de acierto alarmante.

El Celta hizo justo lo contrario de Saviola que, nada más empezar la segunda parte, marcó el segundo. No le sirvió de nada al equipo de Vigo reclamar que no había sido córner y que el argentino, con habilidad, se había llevado el balón con el brazo. El gol subió al marcador y se calcó el mismo paisaje: pitos de la grada y la abrumadora posesión de balón del Celta. Rexach relevó a Christanval por De Boer y a Gabri por Sergi, que volvía tras dos meses de lesión. Víctor Fernández, entonces, se la jugó: cambió a Coira por un lateral y dio entrada a Catanha, especialista en marcar goles al Barça.

Tanto dominio dio un primer fruto. El Barça, jugando ya descaradamente al contraataque, sobrevivió largo rato gracias a la sobriedad de su defensa pero cometió un error que le costó el primer gol del Celta. Karpin centró desde la derecha y Edu intentó rematar pero fue Sergi quien, en un regreso desafortunado, empalmó a portería. Quedaban veinte minutos para el suspense. A seis minutos para el final fue Edu el que acertó tras otra asistencia de Karpin. Tuvo fortuna el Barça porque el Celta estuvo a un paso del tercero pero Andersson lo impidió jugándose el físico (fue retirado en camilla). El ruso acabó expulsado y la afición tiró por el camino del medio: desvió la mirada, ignoró al equipo y se despidió del estadio abucheando al árbitro. Todo un síntoma.

Overmars y Coira saltan en un lance del partido.
Overmars y Coira saltan en un lance del partido.VICENS GIMÉNEZ

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