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El Gobierno catalán ha ignorado el 44% de sus compromisos con el PP

Un estudio del PSC minimiza la influencia popular en los presupuestos

Las contrapartidas que el Partido Popular arranca todos los años al Gobierno de Convergència i Unió (CiU) en la negociación de los presupuestos podrían ser, en la práctica, menos de las que alardean los dirigentes conservadores. Así se desprende de un informe elaborado por el Grup Socialista-Ciutadans pel Canvi, que concluye que el Ejecutivo catalán ha ignorado el 44% de las concesiones que hizo al PP en los presupuestos para el año 2000 y 2001. Los conservadores admiten que ha habido incumplimientos, pero los considera irrelevantes.

El PP catalán ha garantizado en los últimos años la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat por indicación expresa de su dirección nacional, que teme que la inestabilidad parlamentaria beneficie a los socialistas, sus grandes rivales en España. A partir de este escenario diseñado en Madrid, la cúpula catalana del PP ha tratado de sacar el máximo provecho posible a su apoyo a los presupuestos -la piedra angular sobre la que se asienta la estabilidad- y ha utilizado dos vías para ganar influencia entre los sectores a los que pretende acercarse: las enmiendas a los presupuestos y un protocolo anexo con inversiones dirigidas a algunas localidades que los conservadores consideran prioritarias para sus intereses.

Ambas vías se han presentado cada año con gran pompa, aunque la gran mayoría de los compromisos -en especial los contraídos a través del protocolo anexo- no van acompañados de sus correspondientes partidas presupuestarias. En los últimos meses, el diputado del Grup Socialista-Ciutadans pel Canvi Martí Carnicer ha coordinado un estudio en el que han participado los diputados territoriales de su grupo para esclarecer el cumplimiento de estos compromisos sin dotación presupuestaria. El trabajo, que esta semana ha sido enviado a todos los diputados socialistas, pone en tela de juicio el supuesto éxito del Partido Popular en las negociaciones presupuestarias de cada año.

387 compromisos

Los diputados han examinado la situación en que se encuentran los 387 compromisos territoriales que el PP arrancó para 2000 y 2001 hasta hoy, cuando las cuentas para 2002 ya están a punto de aprobarse. Los resultados vienen a confirmar en parte lo que el mismo presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha dicho en ocasiones y que saca de sus casillas a la dirección catalana del PP: que CiU pacta con los conservadores en Cataluña porque le sale casi gratis. Las comarcas que registran mayor número de obras sin realizar son Segrià (16), Vallès Occidental (13), Baix LLobregat (12), Barcelonès (11) y Alt Penedès (10), siempre según el informe.

Los socialistas se han visto incapaces de verificar el 9,3% de las enmiendas del PP asumidas por el Gobierno catalán, y fijan el porcentaje de cumplimiento en el 46,5%. No obstante, el cumplimiento incluye varias categorías -obras finalizadas, iniciadas y comprometidas- y según el estudio sólo el 11,9% del total de los compromisos pactados para los años 2000 y 2001 corresponde a promesas que ya se han convertido en realidad. El 12,7% está en proceso de ejecución.

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El informe elaborado por el grupo socialista aporta una lista exhaustiva de todas las contrapartidas territoriales arrancadas por el PP para 2000 y 2001, localidad por localidad, enmienda por enmienda y sector por sector. Los socialistas consideran que el porcentaje de compromisos que no se han cumplido supone 'un incumplimiento flagrante', y en el informe se escribe que la cifra demuestra que en el proceso de negociación al PP sólo le preocupa la 'escenificación'. 'La realidad posterior de sus propuestas no tiene interés para ellos, y la prueba es que en ningún momento se han atrevido a presentar un balance de las realizaciones', se escribe en el informe.

A juicio de los socialistas, el PP se olvida de las concesiones territoriales que en teoría arranca al Gobierno catalán todos los años. 'Con la foto de las enmiendas ya tienen suficiente', se escribe en el informe redactado por el Partit dels Socialistes (PSC).

En el año 2000 el PP hizo llegar su preocupación al Gobierno catalán por el bajo grado de cumplimiento de las enmiendas pactadas, pero fuentes de este partido aseguran que la situación mejoró notablemente después del toque de atención. Las mismas fuentes aseguran que el 80% de las contrapartidas que los populares arrancaron para 2000 y 2001 se ha cumplido o está en vías de cumplirse próximamente, con lo que restaron trascendencia al estudio socialista.

El trabajo también justifica con cifras la inquietud que mostró el PP con respecto a 2000. Ese año, el primero de la legislatura, los incumplimientos del Gobierno autónomo con respecto a los compromisos contraídos con los conservadores fueron más importantes que en 2001. En 2000, el Ejecutivo de Convergència i Unió (CiU) ignoró el 51,4% de los compromisos territoriales a los que llegó, mientras que el incumplimiento en 2001 ha bajado hasta el 38,1%, según las cifras de los socialistas.

Los diputados del PSC han analizado la actuación del Gobierno catalán por materias, y sus conclusiones revelan que ha habido muchas diferencias según los departamentos: las enmiendas relacionadas con Justicia se han cumplido en el 89%, el porcentaje más alto de todos los departamentos, seguido de Industria (80%) y Sanidad (76%). Por el contrario, el grado de cumplimiento de los compromisos pactados con el PP ha sido muy escaso en otros ámbitos, particularmente en Deportes, adscrito a Cultura, que sólo ha cumplido el 24%, y en Medio Ambiente, el 26%.

Asignatura pendiente

Pese a ello, el PP volverá este año a recurrir al protocolo anexo como una fórmula para extender su influencia en el territorio. Los conservadores negocian con el Ejecutivo autónomo una nueva lista de inversiones territoriales para incluir como anexo en los presupuestos para el año 2002 y tienen la intención de presentarlo antes de que acabe el año.

A través de este mecanismo, el PP espera mejorar su implantación territorial para preparar con mejores garantías las próximas elecciones municipales, una de sus asignaturas pendientes. En las municipales de 1999, el PP catalán perdió 80.000 votos con respecto a 1995 y su poder municipalista quedó reducido a un nivel muy bajo, a pesar de que el partido gobierna en España: sólo 11.000 catalanes tienen un alcalde afiliado al PP.

Los conservadores renovaron el año pasado sus direcciones provinciales en Barcelona, Lleida y Girona y ya han empezado a calentar motores para preparar las municipales; para ello confían en el efecto que pueda tener el protocolo anexo para los presupuestos. En años anteriores, las inversiones previstas en el anexo daban prioridad a las obras de municipios en los que el PP se encontraba en el gobierno municipal, aunque también se incluían algunas partidas para algunos municipios gobernados por otras formaciones.

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