Valencia inmoviliza cinco granjas por temor al contagio de la peste porcina

La Consejería de Agricultura valenciana inmovilizó ayer preventivamente cinco granjas de cerdos, dos en la Vall d'Alba (Castellón) y tres en Valencia. La medida se tomó, según fuentes del sector, tras comprobar que las explotaciones compraron cerdos en la comarca de Osona, en la que se han detectado dos focos de peste porcina y se han sacrificado ya 4.500 animales. Agricultura analizará las muestras de sangre de los cerdos, que en principio no mostraban sintomatología. El sector confía en que las pruebas descarten la peste, ya que la entrada de la enfermedad provocó entre julio y agosto de este año el sacrificio de 59.892 cerdos.

En la Comunidad Valenciana hay unas 2.500 granjas de ganado porcino. Los ganaderos esperan con ansiedad que el resultado de las analíticas sea negativo para no sufrir otra situación semejante a la atravesada el pasado mes de junio.

Los veterinarios de la Generalitat valenciana recogieron ayer muestras de sangre de los animales de las cinco explotaciones y se espera que entre hoy y mañana den a conocer los resultados. Según el secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Joan Brusca, 'todo lleva a pensar que serán negativos porque no existen síntomas del desarrollo de la enfermedad'.

Mientras tanto, en la comarca catalana de Osona se detectó ayer un nuevo foco de peste en la granja El Rourell, que se encuentra en la localidad de Folgueroles. Este foco, confirmado ayer por la Generalitat de Cataluña, está pendiente de ser oficial cuando se conozcan los análisis del laboratorio de Valdeolmos, en Madrid. El precio del cerdo cayó ayer nueve pesetas en el mercado de Lleida.