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La policía francesa detiene a tres etarras que se saltaron un control

Iñaki Lizundia, ex concejal de HB, disparó contra un gendarme y fue herido en un brazo

Iñaki Lizundia Álvarez, de 30 años, ex concejal de HB en Ortuella (Vizcaya), fue detenido en la madrugada de ayer por la Gendarmería francesa cerca de Auch, a 77 kilómetros al oeste de Toulouse. Lizundia fue capturado gracias a la colaboración de un grupo de gitanos nómadas, en cuyas caravanas se refugió herido en una mano y armado con una pistola del calibre 11.43, con la que había disparado cinco tiros contra los gendarmes que le perseguían, tras haberse saltado un control policial. Otros dos presuntos etarras, que le acompañaban en el vehículo, fueron detenidos sin oponer resistencia.

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Este tiroteo de ayer es el tercero en menos de tres semanas entre etarras y agentes franceses como consecuencia de controles policiales. Una alta autoridad policial francesa dijo ayer a EL PAÍS que esta sucesión de incidentes armados no significa que ETA haya decidido cometer atentados en Francia, 'sino que responde a la necesidad de sus militantes de escapar a la presión cada vez mayor que se ejerce contra ellos'.

Los hechos ocurrieron pasadas las once de la noche cerca de la zona industrial de Auch. Una mancha de gasóleo sobre la carretera local provocó dificultades al tráfico y la Gendarmería destacó al lugar un grupo integrado por un gendarme, dos agentes en prácticas y un perro policía, cuyo conductor era el jefe de patrulla.

Los agentes habían balizado la zona y hacían señales a los vehículos para que redujeran su velocidad cuando apareció el Renault Clío color verde oscuro en el que viajaba el comando de ETA, cuya conductora pisó el acelerador. La patrulla emprendió la persecución del coche sospechoso, que finalmente se salió de la carretera. Tanto la conductora como el pasajero que viajaba en la parte trasera se quedaron quietos; no así el copiloto, Iñaki Lizundia, quien huyó a pie.

Los dos gendarmes más jóvenes detuvieron a la conductora y al otro pasajero, mientras el jefe y su perro persiguieron al que huía, que disparó e hirió al animal en el vientre. El gendarme replicó al fuego e hirió al etarra en un brazo. El agente pidió refuerzos y el etarra, que consiguió alejarse, se refugió en una caravana de nómadas, a unos cinco kilómetros del lugar del accidente.

La presencia del herido y del arma que portaba inspiró a sus habitantes más miedo que el habitual hacia los gendarmes. Uno de ellos avisó a las agentes, que detuvieron al etarra pasadas las dos de la madrugada.

La detenida dijo ser Nerea Garaizar San Martín, aunque llevaba documentación a nombre de Leire Etxebarria Simarro. A falta de confirmación oficial a través de las huellas dactilares, fuentes policiales consideran muy probable que se trate de la primera.

El hombre arrestado junto a ella llevaba documentación de José Fernández Niño, pero la foto correspondía a Aitor Cortázar García. Anoche se dudaba si era este último o Gabriel Sáez Totorikagena, dado el parecido físico entre ambos. Los tres fueron interrogados en Toulouse por agentes de la división antiterrorista de la Policía Nacional francesa, a la espera de su traslado a París.

Los dos arrestados en el coche llevaban pistolas de 9 milímetros parabellum, munición habitual de ETA, pero no las usaron. En el Clío, que había sido robado, se hallaron unas 750.000 pesetas en francos, placas de matrícula falsificadas y juegos de llaves y bombines para el robo de vehículos.

'ETA ha tomado el suroeste [de Francia] como zona de refugio y hace falta que redoblemos las precauciones y evaluemos aún más los riesgos', declaró el general Maurice Lallement, jefe regional de la Gendarmería.

El presidente José María Aznar calificó las detenciones de 'muy buena noticia' y subrayó el hecho de que, 'una vez más, uno de los detenidos ha sido concejal de Herri Batasuna'. El vicepresidente Mariano Rajoy dijo que 'ETA está empezando a echar mano de personas muy fichadas por las Fuerzas de Seguridad que han tenido que huir de España. Estas circunstancias y el aumento de la presión en Francia son de enorme importancia'.

Iñaki Lizundia, a la derecha, con los ojos tapados, es trasladado tras su detención en un vehículo de la Gendarmería.
Iñaki Lizundia, a la derecha, con los ojos tapados, es trasladado tras su detención en un vehículo de la Gendarmería.AP

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