Red de vigilancia cada vez más tupida

Una red de controles cada vez más tupida es la causa de los tres últimos tiroteos entre militantes de ETA y fuerzas de la Gendarmería. Francia ha multiplicado los controles en todo el país desde los atentados del 11 de septiembre contra Washington y Nueva York, en un plan que incluye medidas que no se llevan a cabo en España, como la identificación de todos los pasajeros de los aviones o la difusión constante de mensajes en el metro y las estaciones de ferrocarril para exhortar a la población a denunciar cualquier sospecha.

Las patrullas son ahora de tres o más miembros en vez de dos, pero no sólo en las zonas 'trabajadas' por ETA, según fuentes policiales francesas, que atribuyen la frecuencia de los tiroteos a la presión que supone una presencia policial cada vez mayor y a los acuerdos entre París y Madrid para facilitarse la entrega mutua de delincuentes.

De los tres enfrentamientos reseñados, sólo el del 17 de noviembre, en el que resultó herido un gendarme cerca del aeropuerto de Pau, era un verdadero control de carreteras, si bien dedicado a tareas rutinarias. El gendarme malherido el 28 de noviembre en Monein -no lejos de Pau- lo fue cuando una patrulla trató de identificar a los ocupantes de dos coches sospechosos. Y el enfrentamiento del miércoles por la noche en la zona industrial de Auch se produjo a raíz de un servicio tal banal como el de señalar a los automovilistas una zona peligrosa para la circulación.