Los 19 países de la OTAN apoyan una mayor relación con Rusia
Los países de la OTAN coinciden en que tras el 11 de septiembre es óptimo el momento para potenciar las relaciones con Rusia y dar a Moscú más voz en el foro de discusión bilateral que existe desde 1997. Los ministros de Exteriores de los 19 Estados miembros darán hoy mandato para que un grupo de trabajo desarrolle en plazo breve un nuevo ámbito de cooperación que satisfaga a ambas partes. 'Todo ello no significa el ingreso por ahora de los rusos en esta organización', observa una fuente diplomática atlántica.
Al margen del deseo moscovita, los más entusiastas en dar un giro radical a las relaciones bilaterales son EE UU y Reino Unido, y los menos, Hungría, Polonia y República Checa, por su pasado aún reciente en el extinto Pacto de Varsovia. El primer ministro británico, Tony Blair, envió el mes pasado una carta al secretario general de la OTAN, George Robertson, instando a no perder ni un minuto para que Rusia tenga más poder en el denominado Consejo Conjunto Permanente (CCP).
También Alemania, Canadá e Italia han sugerido a Robertson propuestas en la línea del líder británico, aunque más prudentes. 'Blair quiere correr demasiado y hay que ir con más calma', opina un diplomático europeo. Nadie sabe con seguridad qué pretende Moscú reclamando ahora más protagonismo en una organización militar de la que hasta hace bien poco era enemiga y cuya futura ampliación a más países del Este le disgusta. 'El CCP no ha satisfecho las expectativas. Se trata de crear un órgano de codecisión sobre una serie de cuestiones de interés común. Pero Moscú no tendrá poder de veto', explica una fuente diplomática norteamericana.
En la agenda de temas destacará la lucha contra el terrorismo en la que el presidente Vladímir Putin anunció su plena colaboración con EE UU tras los atentados del 11 de septiembre. Precisamente el terrorismo quedará plasmado hoy en la reunión de ministros con un documento independiente del comunicado final en el que se condena con firmeza el fenómeno como grave amenaza a la estabilidad mundial y a las instituciones democráticas.
