Aznar explica a los candidatos a la UE que las ayudas a España no dificultan su ingreso
José María Aznar ha explicado en las últimas 48 horas tanto en Varsovia como en Praga o Bratislava que la pretensión española de seguir recibiendo los mismos fondos estructurales de la Unión Europea tras el ingreso de 10 países del Este previsto para 2004 no dificulta las negociaciones de adhesión. El presidente del Gobierno tuvo que hacer menos esfuerzos en Bucarest, donde anoche concluyó su gira, para disipar las susceptibilidades que ha levantado entre los candidatos este tema, ya que, como él mismo reconoció, Rumania es uno de los países que, según la Comisión Europea, tiene menos posibilidades de entrar en esta hornada.
'Las regiones españolas no van a ser más ricas por el hecho de que otros países más pobres entren en la UE', dijo Aznar en Varsovia para explicar que la reducción de la renta media comunitaria tras la ampliación no puede implicar que regiones que hoy reciben ayudas dejen de hacerlo al bajar los límites de renta que dan derecho a percibir fondos. 'Las regiones eslovacas que estén por debajo de un cierto nivel de renta tendrán los fondos que merecen', aseguró también ayer en Bratislava.
El presidente del Gobierno ha insistido a sus interlocutores que las negociaciones de adhesión se realizan en el marco de los recursos actuales de la UE, bien definido en Berlín en 1999, y que éstos son suficientes para cubrir las necesidades de los Quince y de otros diez nuevos miembros hasta 2006, en que habrá que negociar nuevas perspectivas financieras. Según la Comisión deberían ser más que suficientes, ya que el plan del sexenio actual se hizo pensando en que la ampliación se haría en 2002. Los dos años de retraso acumulados por ahora implican la consiguiente ventaja financiera.
La revisión de las políticas estructurales, añadió Azar, sólo se hará, ya con los nuevos miembros, en 2006, cuando se discutan las perspectivas financieras del próximo sexenio. Antes de 2004, sin embargo, los Quince tendrá que debatir una corrección en el actual método de concesión de ayudas, basado en la renta media comunitaria, si es que efectivamente España va a seguir recibiendo tras la ampliación los fondos estructurales.
Dentro del actual marco financiero, recordó ayer Aznar, las negociaciones de adhesión deberán proseguir según el principio de diferenciación, es decir, atendiendo a los progresos de cada país en la aplicación de los principios y normas de la UE. El presidente ha felicitado a todos los candidatos por el avance logrado y les ha asegurado que durante la presidencia española, en la primera mitad del año próximo, se empeñará, no sólo en cumplir el calendario, sino en 'acelerar' las negociaciones hasta el punto de que las Actas de Adhesión empiecen a redactarse por esas fechas.
El primer ministro polaco, Mikulas Dzurinda, manifestó que ese compromiso sobre las actas era la noticia más importante de la visita de Aznar. La Comisión establece, sin embargo, en su último informe sobre la ampliación que las actas tendrán que empezar a redactarse bajo la presidencia española.
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