El PSOE defiende las ayudas directas del alcalde como una política socialista

Los presupuestos para 2002, cuyo montante consolidado asciende a 118.558 millones de pesetas, fueron aprobados ayer con el voto en contra de PP e IU. Los dos grupos pidieron la retirada de los presupuestos y, entre los dos, habían presentado 135 enmiendas -99 los populares y 36 IU-, de las que el gobierno municipal sólo aceptó una totalmente y dos parcialmente. Según subrayó después el propio delegado de Hacienda, ninguna de las tres aludían a consideraciones políticas, sino que corregían errores técnicos de la propuesta municipal.

El debate presupuestario llegaba precedido de la polémica que ha suscitado la partida que se ha reservado el alcalde para conceder subvenciones a distintas asociaciones e instituciones de la ciudad con las que firmó programas contratos durante la campaña electoral. El delegado de Hacienda, Carmelo Gómez, defendió ayer esta práctica porque dota de ayudas a barrios con 'graves carencias'. Para la oposición, sin embargo, una cosa son los barrios y otra asociaciones particulares.

Gómez incluso se ayudó de esta partida para explicar el 'reparto justo y gradual' de los presupuestos. Los populares le habían criticado que las cuentas municipales favorecían a los dos distritos que están en manos socialistas, Macarena y Este. Para rebatirlo, el delegado de Hacienda expuso que la mayor parte de las subvenciones de alcaldía van para los otro cuatro, bajo tutela andalucista. 'Tengan claro que este gobierno va a cumplir sus promesas electorales', advirtió Gómez, 'y el PP será la primera fuerza política de Europa que critica a un gobierno por cumplir sus promesas'.

La portavoz adjunta de IU. Paula Garvín, señaló que estas cuentas son 'moralmente deleznables' porque 'juegan con lo peor del ser humano, que es la necesidad'. Garvín recordó que durante la campaña su grupo ya criticó los programas contratos porque ' si no firmabas te arriesgabas a no recibir nada y si sí los hacías, a que te dijeran que eras socialista'.

Por su parte, el popular José María Pareja, aseguró que estos presupuestos establecen 'ciudadanos de primera y de segunda división' y demuestran que el gobierno 'ha renunciado a ejercer de administrador y piensa sólo en clave electoralista'. Para Pareja, las subvenciones de Monteseirín responden a 'un intento desesperado de mejorar su imagen' ante la opinión pública y dentro del propio gobierno.