La izquierda catalana quiere cambiar las relaciones con el Estado

No es que la república figure ahora entre sus objetivos, en absoluto. Pero la izquierda catalana quiere recuperar el modelo de relación de Cataluña con España basado en la lealtad republicana que en 1930 unió a los partidos progresistas de toda España con el catalanismo progresista y el nacionalismo vasco. Y darle la vuelta al modelo que Jordi Pujol ha aplicado desde 1980, que ha reforzado la más tópica imagen sobre el supuesto mercantilismo de los catalanes. 'Lo que queremos es resucitar el espíritu del pacto de San Sebastián de 1930', explica uno de los promotores de este cambio, Josep Lluís Carod, líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Las tres fuerzas de la izquierda parlamentaria catalana, PSC-Ciutadans pel Canvi, ERC e Iniciativa-Verds, preparan para las próximas semanas una presentación en Madrid, probablemente en el palacio del Senado, de su reciente acuerdo para la mejora del autogobierno. Este acuerdo propone la reforma del Senado, del Estatuto de Autonomía, de varias leyes orgánicas y de numerosas leyes catalanas en un horizonte de dos legislaturas. Una buena parte de su contenido debe ser aprobado por las Cortes.

Uno de los diputados que ha trabajado en la elaboración del acuerdo, Josep Maria Vallès, del PSC-Ciutadans pel Canvi, cree que una de sus ventajas es que retorna a las fuerzas progresistas catalanas la iniciativa política que tuvieron durante la transición, 'justamente como impulsoras del autogobierno'. En el período constituyente, recuerda, la iniciativa política de la izquierda catalana tuvo un enorme peso en los dos principales partidos de la izquierda española. Y eso fue lo que hizo que prosperara su modelo de Estado basado en la idea de hermandad entre los pueblos de España.

La derrota contra pronóstico ante Pujol en las primeras elecciones autonómicas, en 1980, hizo sin embargo que el modelo lo aplicaran los nacionalistas de CiU. Que tenían otra idea, basada, como se ha visto, en la desconfianza y la confrontación de dos nacionalismos que se retroalimentan. Lo que ahora se acaba, añade Vallès, 'es el modelo de relación entre Cataluña y el resto de España impuesto por Pujol durante estos 20 años'.

Lo dicen todos. Carod recuerda que el Pacto de San Sebastián de 1930 unió a los republicanos de derechas, de centro y de izquierdas, 'en torno al progresismo y la idea plurinacional de España'. Fue el pacto que un año más tarde hizo posible el gran triunfo republicano de abril de 1931. Y la consiguiente autonomía para Cataluña y el País Vasco. 'Ahora necesitamos recuperar la complicidad entre las fuerzas progresistas catalanas, gallegas y vascas con las del resto de España', afirma, 'como en el Pacto de San Sebastián'.

¿Por qué? Joan Saura, presidente de Iniciativa-Verds, sostiene que no es posible resolver los retos actuales de Cataluña 'por la vía de la relación bilateral, la de arañar competencias o financiación, como ha hecho Pujol, utilizando la fuerza que CiU ha tenido circunstancialmente ante el Gobierno de turno gracias a su posición de bisagra en el Congreso de los Diputados'.

Reforma del Senado

Su idea es que ahora hay que introducir 'cambios cualitativos' en el funcionamiento del modelo autonómico. Como la reforma del Senado y un uso distinto de las leyes de bases. Esto requiere necesariamente 'acuerdos políticos profundos y la colaboración' entre todas las fuerzas que comparten 'la concepción plurinacional de España'. Y a su vez sólo es posible replanteando la relación entre las izquierdas. Los socialistas catalanes han aportado el compromiso de conseguir el apoyo del PSOE a las propuestas. Su portavoz, Miquel Iceta, reconoce que esto les obliga a ser 'muy activos' en el debate sobre el federalismo abierto en el PSOE.