UNA NUBE DE HUMO CUBRE MADRID.
La ausencia de lluvia y viento ha cargado el aire de la ciudad, transformado estos días en una niebla sucia. La atmósfera, como se aprecia en la foto, tomada desde la avenida de Valladolid, se ha llenado de partículas en suspensión que difuminan la imagen de la catedral de la Almudena. Algunas de estas partículas son de agua. Pero otras provienen de los gases de los coches y las calefacciones.
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