'El conflicto con Sadam es inevitable'
'La derrota de los talibanes es un gran éxito. Supone la desaparición de un régimen que era una grave amenaza para el mundo y una terrible realidad para los afganos. Pero los mayores problemas están aún por llegar. El conflicto con Irak es inevitable. Sadam Husein es un enemigo mortal para la democracia'. Adam Michnik es uno más de los convencidos de que la campaña contra el terrorismo internacional lanzada por EE UU tiene en Afganistán sólo su primer escenario.
Michnik es una leyenda viva del periodismo. El que fuera un indoblegable luchador contra la dictadura comunista es hoy director del diario polaco Gazeta Wyborcza, con casi medio millón de ejemplares de venta, todo un fenómeno social y político. Michnik ha estado en Madrid para recibir el Premio Joaquín Garrigues Walker que otorga la Fundación Salvador de Madariaga. Con esta ocasión habló con EL PAÍS sobre la guerra.
'Aún no conocemos realmente los efectos de la crisis desatada con el 11 de septiembre. No sabemos qué presencia internacional será necesaria en Afganistán, ni si habrá al respecto un acuerdo entre EE UU, Pakistán y Rusia. Ni cómo evolucionará Pakistán. Ni lo que sucederá en Tayikistán y Uzbekistán', señala.
'Y sin duda ahí está Irak. No sé si el conflicto con Irak va a ser inmediato, porque para acabar con el régimen también hay que tener un proyecto político que lo sustituya. Pero ese régimen supone un peligro insoportable para las democracias', añade Michnik.
Respecto a las posibles reacciones antiamericanas en el mundo árabe en caso de una intervención militar contra Bagdad, Michnik señala que 'es un problema real el antiamericanismo que existe en los países árabes y que constituye una auténtica enfermedad mental. Pero es un hecho y hay que tenerlo en cuenta'.
'Un problema muy serio para la solución del conflicto es el inmenso déficit de democracia de los países islámicos, pero sobre todo de los árabes. En países como Turquía o Indonesia hay muchos problemas con la democracia, pero en los países árabes el déficit es absoluto. El pensamiento democrático se halla allí siempre a la defensiva, y las fuerzas que lo defienden son marginales. Pienso en todo caso que el conflicto será muy largo'.
En cuanto a la reacción norteamericana a los atentados contra Washington y Nueva York, Michnik cree que se ha producido la derrota de las fuerzas aislacionistas tradicionales. 'Los norteamericanos ya saben que el aislacionismo no les sirve para nada, no garantiza ya seguridad ni protección. El próximo atentado puede ser allí, en Westminster, en el Louvre, en el Prado o en la Universidad de Varsovia. El proceso de ruptura con la tradición aislacionista requiere tiempo, pero es irreversible desde el 11 de septiembre'.
'También hay tendencias peligrosas, porque en estas situaciones las ansias de seguridad van en detrimento de la libertad. Las consignas más nobles pueden ponerse al servicio de los intereses más innobles. Recordemos los campos para japoneses en la II Guerra Mundial, o a McCarthy. Comprendo muy bien que se critiquen tales medidas, pero creo en los mecanismos de corrección de la democracia americana. Donde no existen es en Irak ni en Siria, en Libia o Cuba. En cualquier familia puede haber un disgusto y un enfrentamiento. Pero en algunas familias se pega al niño o a la mujer todos los días. Hay una gran diferencia. América es, con todos sus defectos, el imperio de la democracia'.
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