El acusado del crimen de la Villa Olímpica admite la agresión en el juicio
Valentín Moreno alega que había consumido drogas y anfetaminas
El principal acusado del crimen de la Villa Olímpica, Valentín Moreno Gómez, admitió ayer ante el juzgado de menores que golpeó en la cara a Carlos Javier Robledo la noche en que ocurrieron los hechos y que actuó así porque se encontraba nervioso a causa de la abundante cantidad de alcohol y anfetaminas consumida. En la misma sesión los otros nueve acusados de los hechos incurrieron en numerosas contradicciones y se culparon mutuamente sobre el papel de cada uno en el crimen y en la agresión de los dos amigos que le acompañaban.
Moreno compareció ayer en el Juzgado de Menores número 2 de Barcelona porque cuando ocurrieron los hechos, el 1 de abril de 2000, le faltaban unas horas para cumplir 18 años y, por tanto, para ser mayor de edad. Los otros nueve acusados en los hechos, que permanecen en prisión preventiva, serán juzgados en otra causa aparte por la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona en una fecha que todavía no se ha concretado.
Durante la instrucción del caso, realizada por el juez Adolfo Fernández Oubiña, uno de los amigos que acompañaban aquella noche a Moreno identificó a éste como el agresor de la víctima y ayer se ratificó en este relato, según explicaron fuentes judiciales. El caso empezó a juzgarse a puerta cerrada y en presencia únicamente de la fiscal, la defensa y la acusación particular ejercida por la abogada Cinta Caminals en representación de la familia de la víctima. La madre, Carmen Peña, declinó entrar en la sala de vistas en señal de protesta porque no se permitió la entrada a otros familiares. La mujer se lamentó de los beneficios que concede la ley del menor a un acusado.
El escrito de acusación de la fiscalía acusa a Valentín Moreno de un delito de asesinato y solicita para él ocho años de internamiento, el máximo que prevé la ley del menor. Igualmente, reclama cinco años más de libertad vigilada, también el máximo legal, cuando cumpla la pena. Además, la fiscal le acusa de otro intento de asesinato de un amigo de la víctima, Juan Carlos Berlanga, por el que le reclama tres años más de internamiento. En la sesión de ayer, Valentín Moreno reconoció también ante el juez haberle pegado patadas a Berlanga. Finalmente, la fiscalía pide otro año de internamiento para Moreno por un delito de robo con violencia cometido contra el segundo amigo, Miguel Carnero.
El juicio proseguirá hoy con la declaración de Berlanga y Carnero, además de los policías que acudieron al lugar de los hechos, y mañana quedará visto para sentencia tras la comparecencia de un testigo presencial de los hechos, el portero de la discoteca Back Fire, representantes de la empresa pública que gestiona las instalaciones del Puerto Olímpico y los peritos del caso.
Más allá del reconocimiento de que golpeó a la víctima, Valentín Moreno, apenas reconoció su participación en los hechos y alegó que si agredió a Robledo es porque se encontraba nervioso al haber ingerido numerosas bebidas alcohólicas y anfetaminas.
Caso polémico y singular
El crimen de la Villa Olímpica se convirtió desde el primer día en un caso singular y polémico. Primero, porque no existió ningún motivo que justificara o permitiera explicar el crimen. Según consta en la instrucción del caso, Moreno y los nueve amigos que le acompañaban provocaron a la víctima y sus dos amigos al sustraerles una cazadora. Cuando la reclamaron fueron golpeados y pateados. En el caso de Robledo, hasta causarle la muerte. Los amigos pudieron huir.
El juez Oubiña encarceló a los acusados y aseguró entonces: 'La ciudad puede dormir tranquila'. Pero meses después rectificó, los dejó en libertad y se fue de vacaciones, en septiembre de 2000. Su decisión fue muy criticada por diversos sectores. Días después, la Audiencia de Barcelona revocó esa decisión y ordenó el ingreso en prisión de los acusados, que acudieron por su propio pie a la cárcel para cumplir la decisión judicial.
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