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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Para qué?

Miércoles 21 de noviembre de 2001. Lugar, Bretón de los Herreros, 41, en Madrid. Dependencias del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Guardo fila para registrar, previo número en el registro del organismo mencionado, documentos relacionados con la contratación laboral de un ser humano. Total, sólo hora y media de espera. Ya me toca, qué ilusión, mas no sólo había que contar con la documentación pertinente, sino... con el papelito rojo.

Se entabla entre administrada, o sea, yo, y Administración, a través de su funcionaria, el siguiente diálogo:

-Y ¿dónde dan el papelito rojo?, y ¿dónde se dice que es imprescindible tal menester?

-Mi jefe me ha dicho que lo exija. Soy una mandada.

Fin del diálogo. Son las 14.30. Día perdido. Busco en la entrada la nota exigiendo el papelito. Inútil, no existe. Es el momento en el que el funcionario ordenanza se digna a decirme que, efectivamente, no hay tal nota, y que él es quien da el papelito.

En El verdugo, de García Berlanga, el funcionario del Ministerio de Justicia exigía el certificado de penales... limpito, y la cartilla del servicio militar con las revistas pasadas al candidato a verdugo. Corría el año 1963, se supone que lo exigido figuraba en normas. En 2001, la Administración ha estrenado página web, pero Trabajo y Asuntos Sociales nos exigen, sin que en ningún lugar se diga, el papelito rojo para el registro de documentos que permitan que pueda ofrecer trabajo a un ser humano no comunitario.

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