El BCE propone superar la crisis con salarios flexibles y contención del gasto
El economista jefe del banco insiste en el déficit cero antes de tres años
El Banco Central Europeo (BCE) mantiene sus propuestas de política económica, pese al clima recesivo que planea sobre la economía mundial. Su economista jefe, el alemán Otmar Issing, sostuvo ayer, durante una conferencia pronunciada en la sede del Banco de España en Madrid, que la flexibilidad de salarios y el rigor en el gasto público son las mejores recetas. Insistió en que se logre el déficit cero en dos o tres años.
Ayer fue una de las escasas ocasiones en que el edificio de la plaza de Cibeles de Madrid abrió sus puertas para un acto de este tipo, según destacó el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana. Fue para recibir con todos los honores a Otmar Issing, miembro del comité ejecutivo del BCE, que acredita fama de ejercer la ortodoxia ya desde su paso por el Bundesbank.
Issing advirtió, sobre todo a los Gobiernos del euro, contra la tentación de suavizar la crisis mediante políticas expansivas. 'Un gasto público más alto', explicó, 'podría causar un retroceso del consumo y frenar el desarrollo de las empresas'. En su opinión, la crisis no es motivo para revisar el Plan de Estabilidad, ya que se 'socavaría la credibilidad de los países'. El objetivo del equilibrio presupuestario ha de mantenerse para el año 2003 o 2004, insistió.
'Hay pocas evidencias de que la flexibilidad salarial haya aumentado' en los últimos tiempos, añadió Issing ante un auditorio formado por un centenar de analistas privados. 'La respuesta de los salarios [ante la crisis] no es todavía comparable a la de Estados Unidos', explicó, lo que puede 'ahondar las diferencias regionales en cuanto al empleo'.
Tras los acontecimientos del 11 de septiembre, 'que oscurecieron la percepción del mundo', los Gobiernos deben demostrar a los ciudadanos 'que son capaces de resolver los problemas'. En opinión de Issing, de lo que se trata ahora es de llevar a cabo las siempre aplazadas reformas estructurales 'que permitan engrasar las ruedas de la unificación monetaria'. El BCE, por su parte, garantizará que el euro 'no sea sólo una moneda única, sino también una moneda estable'.
Tanto Issing como Caruana coincidieron en que la moneda europea actuó como 'escudo protector frente a las adversidades' tras el pasado 11 de septiembre. En relación a España, el gobernador aseguró que la pertenencia a la unión monetaria hará que la crisis se afronte mejor que en anteriores ocasiones.
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