Los ingenieros avalan la inocuidad de las emisiones de las antenas de telefonía
Los 'telecos' exigen titulación para los controles
Los ingenieros de Telecomunicaciones valencianos avalaron ayer la inocuidad de las emisiones radioeléctricas de las antenas de telefonía móvil pero exigieron que las mediciones realizadas a las instalaciones que proliferan por las ciudades sean efectuadas por personal cualificado, 'esto es, un ingeniero de Telecomunicación o un ingenierio técnico de Telecomunicación, especialidad en Sistemas de Telecomunicación'. En la Comunidad Valenciana hay 2.300 antenas.
La sede del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunidad Valenciana (COITCV) acogió ayer la presentación del Informe sobre emisiones electromagnéticas de los sistemas de telefonía móvil y acceso fijo inalámbrico, encargado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. En este documento se defienden los procedimientos técnicos y mediciones necesarios, bajo los criterios de los expertos, para comprobar que las instalaciones cumplen los niveles de emisión establecidos en el real decreto 1066/2001, el que marca los límites máximos permitidos por numerosas administraciones internacionales para no afectar a la salud humana.
Por así decirlo, si el real decreto decía que una instalación no debe superar un nivel máximo de emisiones, lo que faltaba es saber cómo medirlas de forma estandarizada para que las certificaciones sean homologables. 'Es un documento muy importante porque el peligro que se corría es que cada maestrillo tuviera su librillo', ejempliza de forma didáctica Adolfo Montalvo, decano del COITCV, 'y no es lo mismo la medición de una estación base que está en medio del campo y no pasa nadie a menos de 500 metros que una antena dentro de una ciudad, y no es lo mismo medir una antena de emisión de FM que una unidad celular de una estación de telefonía móvil'.
A la presentación asistieron Blanca Martínez, directora general de Telecomunicaciones y Modernización de la Generalitat, y Elías de los Reyes, director de la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Valencia, que ha formado parte del núcleo de expertos que durante seis meses ha elaborado el informe: el Foro de las Telecomunicaciones, integrado por ingenieros, operadores de telefonía, instaladores, fabricantes y otros expertos en el campo.
Montalvo explicó ayer que con el real decreto en la mano y una vez que se apruebe un reglamento con los sistemas homologados de medición será más fácil garantizar al ciudadano que las emisiones de las antenas que ve en lo alto de los edificios son totalmente inocuas. 'La percepción del riesgo existente en la sociedad española es actualmente muy alta, por motivos ajenos al factor del riesgo en sí', reconoce el informe. Por eso hay que garantizar la fiabilidad de los sistemas.
Eso sí, el decano de los telecos cree que es necesario que los métodos de medición estén aprobados, la homologación de los equipos esté regulada y la titulación de los agentes encargados de controlar las antenas quede garantizada.
Estudios radioeléctricos
En la Comunidad Valenciana hay alrededor de 2.300 antenas de telefonía móvil, aproximadamente la décima parte de las 25.000 de toda España. El real decreto establece que, además de elaborar estudios radioeléctricos cada vez que se haga una nueva instalación, hay que hacer mediciones cada año o dos años, dependiendo del tipo de antena.
El Consell comenzó a hacer mediciones en colaboración con la Politécnica mediante un equipo móvil, y todos los resultados han cumplido el real decreto. Elías de los Reyes explicó que 'todos los científicos admiten el efecto térmico de la ondas sobre los tejidos biológicos', pero el efecto decae rápidamente a medida que se aumenta la distancia del objeto emisor. Es como el fuego, que en sí mismo es muy dañino, pero sus efectos son despreciables a partir de una distancia.
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